El martes 10 de marzo, el gobierno paraguayo decidió -de manera audaz- aplicar una serie de medidas destinadas a contener el avance del COVID-19, cuando solo había 2 casos confirmados. Esta decisión fue luego replicada por la mayoría de los países de Occidente, mucho más afectados por el coronavirus.
El pasado martes, el Presidente Mario Abdo Benítez decidió aplicar una serie de medidas para contener el avance del coronavirus en Paraguay, luego de que se confirmaran 2 casos. Las medidas, recomendadas por el equipo del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social a cargo del Dr. Julio Mazzoleni- implican la suspensión de la actividad escolar y académica por 15 días y de toda otra actividad que suponga la aglomeración de personas, ya sea religiosa, cultural, etc.
Este maniobra de prevención epidemiológica fue muy audaz, ya que puede golpear al mercado interno. Sin embargo, el gobierno hizo prevalecer la salud de todos los paraguayos y paraguayas por sobre lo económico. La decisión incluso desafió a la Organización Mundial de la Salud, organismo que no había todavía declarado al COVID-19 como pandemia, hecho que se consolidó recién el miércoles 11.
Muchos calificaron a las drásticas medidas de prevención como disparatadas, dado que la entrada del virus a nuestro país era reciente; Marito replicaba medidas que estaban vigente en China y otros países de Oriente, los únicos que pudieron contener el coronavirus. En Italia, la cuarentena llegó recién el pasado fin de semana, cuando la epidemia se había desplazado a todo el país, al punto en que esta semana se superó la cifra de 1000 muertos.
Y así fue. A partir del miércoles, luego de la calificación de pandemia por parte de la OMS, numerosos países comenzaron a restringir las aglomeraciones y a controlar la llegada de personas provenientes de lugares afectados: primero fue Donald Trump, luego Emmanuel Macron, Alberto Fernández en Argentina y ahora Pedro Sánchez en España, entre otros.
Se trata de países donde lamentablemente ya hay muchas personas contagiadas y que deciden aplicar medidas de contención porque saben que el virus ya circula localmente. Distinto a lo que sucede en Paraguay, donde la medida se tomó anticipadamente.
