La directora del Fondo, Kristalina Georgieva, aplaudió a los países que más están aumentando su gasto público para hacer frente a la otra pandemia, la económica. Recomendó no preocuparse por el déficit fiscal mientras dure la crisis del COVID-19, pues solo con más presencia del Estado se podrá superar el mal momento.
Lo que hace algunos años hubiera sido increíble, ahora es realidad: la máxima autoridad del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, recomendó a los gobiernos del mundo, y de manera enfática, que gasten cuanto puedan para tratar de sostener sus economías en el contexto de la guerra mundial contra el nuevo coronavirus.
En declaraciones al diario El País de España en su edición del 15 de junio, Georgieva no escatimó en halagos para los gobiernos que más activamente están ayudando a aquellos que se ven afectados por las medidas sanitarias. Aclaró que la prioridad es el cuidado de la vida y que, con ese objetivo, se ha puesto un freno casi total a la oferta y la demanda mundial, y por eso el único resorte de última instancia que existe para atravesar esta tormenta son los Estados.
En este sentido, valoró muy positivamente todos los esfuerzos económicos que hicieron los gobiernos de EE.UU., Europa y el resto del mundo, inyectandoles billones de dólares directamente a los damnificados. Específicamente, aplaudió a España por la creación de una «renta mínima vital para familias vulnerables» y hasta le pareció «lógico» que dicha asignación -actualmente pensada como temporaria- se vuelva permanente.
«Gasten cuanto puedan, aunque guarden los recibos«, recomendó la directora gerente del FMI. Refirió que no es momento de cuidar el aumento del déficit fiscal, sino de sostener las economías y que, recién cuando se esté del otro lado de la crisis -es decir, solo cuando vuelva el crecimiento sostenido-, será el momento de retirar las ayudas. Instó a los gobiernos a ser transparentes y rendir cuentas de cómo se gasta.
Georgieva también advirtió que, si bien la crisis tiene magnitudes escalofriantes, hay sectores que siguen teniendo ganancias enormes, y que «es justo que los ganadores de esta crisis contribuyan al resto de la sociedad«, porque desde el punto de vista fiscal la carga debe estar distribuida de manera equitativa.
En definitiva, la nueva ortodoxia mundial, representada en la voz de la titular del FMI, indica que el único instrumento que existe para sortear la doble pandemia (la sanitaria y la económica) es el gasto público de los Estados.
Contrariamente a esto, en nuestro país ciertos sectores «emprendedoristas» y sus representantes políticos y mediáticos todavía hablan de «Estado paquidérmico» y reclaman políticas de austeridad, totalmente fuera de la tendencia mundial. Sin embargo, cuando les toca recibir ayudas por parte del Ministerio de Hacienda, las toman y exigen más, sin siquiera agradecer el esfuerzo que proviene del dinero público, el cual se recauda mayormente a través de impuestos indirectos que afectan más a quienes menos tienen.