El gigante latinoamericano, con sus 210 millones de habitantes, sufre una nueva ola de la pandemia, más virulenta y letal, en parte provocada por la circulación de nuevas variantes del virus, entre ellas la que tuvo origen en la Amazonía.
Brasil registró un récord de 2.841 fallecidos por coronavirus en las últimas 24 horas, confirmando los peores augurios sobre una pandemia fuera de control, en momentos en que el ministro de Salud designado por el presidente Jair Bolsonaro inicia su gestión.
El país sudamericano suma ahora 282.127 decesos por covid-19, una cifra superada solo por Estados Unidos. Y el promedio de los últimos siete días es de 1.965 óbitos diarios, casi el triple de los 703 de inicios de año, según los datos del ministerio de Salud.
El ministerio también reportó 83.926 contagios en las últimas 24 horas, la segunda cifra más alta desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020, para un acumulado de 11.603.535.
El nuevo récord de muertes supera en más de 500 el anterior, de 2.286, registrado el 10 de marzo.
El feroz repunte de la pandemia en Brasil podría dejar pronto unos 3.000 muertos diarios y elevar el balance hasta 500.000 o 600.000 antes de la generalización de las vacunas, según expertos.
El cardiólogo Marcelo Queiroga, designado el lunes por Bolsonaro para asumir como ministro de Salud (el cuarto desde el inicio de la pandemia), llamó este martes a la “unión” para enfrentar al coronavirus.
“Es una agenda muy grande [la del ministerio], que va a necesitar la unión de la nación”, dijo Queiroga a periodistas tras reunirse en Brasilia con el ministro saliente, el general Eduardo Pazuello.
También destacó la importancia de acelerar la vacunación y de medidas preventivas como usar máscaras y lavarse las manos con alcohol gel.
“Son medidas simples pero importantes” para “evitar que tengamos que parar la economía de un país”, afirmó.
Unos consejos que contrastan con la retórica de Bolsonaro, quien constantemente desdeñó el uso de mascarillas y cuestionó la eficacia o la seguridad de las vacunas, sin contar sus críticas contra las medidas de confinamiento por su impacto económico.
Pazuello anunció la compra de 562,9 millones de vacunas, que deben llegar en su mayoría durante el segundo semestre, para inmunizar a este país de 212 millones de habitantes.
Hasta ahora, poco más de 10 millones de personas recibieron la primera dosis y 3,6 millones la segunda.
El gigante latinoamericano, con sus 210 millones de habitantes, sufre actualmente una nueva ola de la pandemia, más virulenta y letal, en parte provocada por la circulación de nuevas variantes del virus, entre ellas la brasileña que tuvo origen en la Amazonía.
El aumento de los contagios y de las hospitalizaciones tiene a gran parte del país al borde de un colapso sanitario, ya que en 24 de los 27 estados del país la tasa de uso de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) supera el 80 %.
Esa grave situación obligó a gran parte de los Gobiernos regionales y municipales a volver a imponer medidas de restricción de la movilidad, como toques de queda, confinamientos parciales y cierres de comercio, con el fin de reducir la propagación del virus y evitar el inminente colapso hospitalario.
San Pablo, el estado más poblado de Brasil, con unos 46 millones de habitantes y que desde la víspera está bajo un estricto control de la movilidad, batió este martes un nuevo récord diario de muertes por covid, con 679 fallecidos en las últimas 24 horas con lo que ya bordea los 65.000 decesos por el virus.
(Infobae vía IP).