Paranaländer escribe sobre el libro “Cartas del destierro”, que reúne las cartas del destierro del profesor, periodista y poeta bilingüe Marcelino Pérez Martínez de la época la revolución radical de 1908 de Albino Jara contra los cívicos de Benigno Ferreira.
Por: Paranaländer
“Cartas del destierro”, de Marcelino Pérez Martínez/Arsenio López Decoud (edición de Francisco Pérez Maricevich, Mediterráneo, 1984), es un libro que reúne las cartas del destierro del profesor, periodista y poeta bilingüe Marcelino Pérez Martínez, tío del editor, y los artículos del nieto de Don Carlos, Arsenio López Decoud, el Gómez Carrillo parawayensis, sobre el mismo tema y de la misma agitada época, la revolución radical del 2 de julio de 1908 de Albino Jara contra los cívicos de Benigno Ferreira, que llevó al destierro y a la cárcel a un tendal de políticos e intelectuales.
“No conozco a Manuel Gondra, Albino Jara, Víctor Soler y González Navero más que por su actuación pública, no me liga con ellos ninguna relación personal. Los combato como entidades de perversión, espíritu del mal que se cierne sobre la patria, como diría Zola”.
Los apostrofados destinatarios de sus cartas son Gualberto Cardús Huerta (político, catedrático y ensayista. Líder de la revolú liberal de 1904. Autor de “Arado, Pluma y Espada” en 1911), Pedro Bobadilla (magistrado, docente y político. Vicepresidente de la República en 1912-1916), Pablo J. Garcete (magistrado y docente. Rector en la Universidad Nacional), Manuel Gondra (al estallar la asonada de 1908 se encontraba en Río de Janeiro en misión diplomática) y Emiliano González Navero (político y magistrado. Vicepresidente y Presidente de la República en varias ocasiones).
Las primeras cartas de Pérez Martínez dirigidas a Gondra fueron firmadas con el seudónimo de León Baromel. También usó el seudónimo artístico de Agrestino del Valle. “He oído la recia campanada con que anunciáis la libertad tras el furioso cañoneo”, le dispara el 14 de agosto de 1908.
Lo acusa de decapitar al partido liberal, le echa en cara haber disuelto de una plumada el Congreso y, en una forma más o menos velada, el Poder Judicial.
“Si Mármol pudo fulminar a Rosas con el rayo de sus versos, yo dirigiré el bote de lanza al corazón de los malvados”.
“Manuel Gondra nunca ha dado la cara al sol para defender, enseñar, ni protestar”.
Necesitáis caudillos populares le reclama a la juventud paraguaya. “En el partido liberal se complementan Báez y Taboada: el primero es pensamiento, el segundo acción. El uno cerebro, el otro brazo”.
López Decoud se interna en la historia del destierro en Grecia para demostrar que tiene reminiscencia de barbarie su aplicación en las repúblicas.
“Tan grave pena fue en su origen plebiscitaria en Grecia. Seis mil votos se requerían para desterrar a un ciudadano por 10 años y la condena de Hipérbolos desprestigió tanto al ostracismo que no volvió a aplicarse nunca”.
Marcelino Pérez Martínez (Pirayú, 1881-Villarrica, 1915). De familia rural, con estrechos vínculos con el Gral. Díaz. Hizo la escuela primera en su pueblo, la misma por la que unos años antes pasara Blas Garay niño. Obtuvo diploma de maestro en Asunción y de profesor normal en Paraná (Argentina). Fue docente y periodista en Concepción, en Villarrica fue vicedirector de la escuela normal. Como poeta es autor de poemas en guaraní (Rohechaga’u), español-guaraní (La tejedora de ñanduti, con música de Agustín Barrios). Corresponsal de Caras y Caretas en Asunción. Codirector de La Pluma Joven con Juan Finoqueto.
Arsenio López Decoud (Asunción, 1868- Asunción, 1945). Publicó el libro colectivo “Álbum Gráfico de la República del Paraguay” (1912). Ejerció el periodismo, desde donde criticó la revolución liberal de 1904 que en principio había acompañado.
