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sábado, mayo 18, 2024

El planeta de lo simios

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Derian Passaglia escribe sobre la versión original de «El planeta de los simios», película de ciencia ficción de 1968 basada en la novela homónima de Pierre Boulle.

Hasta hace poco me negaba a ver El planeta de los simios (1968), la original, porque era una película de ciencia ficción donde hay hombres disfrazados de monos. ¿Cómo podía aceptar ese verosímil? Tres astronautas llegan a un planeta desconocido después de vagar por el universo durante 2000 años. O sea, toda la gente querida, la familia de estos astronautas, murió hace dos siglos. Esa premisa no tiene explicación, pero es el motivo de la película.

Están solos, perdidos, y en un tiempo que no les pertenece. El planeta al que llegan es muy similar a la Tierra: hay nubes y oxígeno, piedras, plantas y una cascada en el arroyo. Pronto descubren unas personas primitivas trabajando en una especie de plantación, y la cosa se enrarece cada vez más, porque esos primitivos son esclavizados por unos monos que hablan en inglés y se paran en dos patas.

Cuando descubren a los astronautas, los encarcelan. Los monos civilizados se dan cuenta de que los astronautas son sus antepasados, un paso previo a la evolución. Estos monos de una civilización avanzada tienen científicos, políticos, policías, jueces… Su avance tecnológico es prácticamente inexistente, y para someter a los astronautas los atrapan con una red y les pegan con una cachiporra. Uno de los astronautas también sabe hablar en inglés (por alguna razón los otros astronautas perdieron el habla), y los monos civilizados se sorprenden y los juzgan en un tribunal.

Las escenas de juicio son kafkianas. Se juzga al hombre en su condición y no porque haya cometido algún delito. El único delito del astronauta es no pertenecer a esa sociedad ni a ese mundo, entonces simbólicamente la escena es un reflejo de la humanidad. ¿Juzgamos lo que es diferente solo por el hecho de ser diferente? ¿Nos asusta lo otro? ¿Queremos eliminar lo desconocido, lo que no se ajusta a nuestros parámetros éticos, estéticos y morales? Los monos civilizados actúan como humanos, los roles se invierten.

Su existencialismo apela a las miserias humanas, al racismo, a la igualdad. Por momentos parece ciencia ficción soviética filmada por estadounidenses. Es indudable que se trata de una de las mayores influencias de Lost. Los personajes llegan a un lugar desconocido, los misterios se suceden y descubren sorprendentemente, y el final no puede dejar indiferente a nadie.

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