Paranaländer, imbuido del espíritu de mayo, se puso a hojear el Álbum de 1912 en homenaje al centenario de independencia del Paraguay, constatando el infinitesimal espacio concedido en él a lo intelectual.
Por: Paranaländer
En el famoso “Álbum Gráfico de la República del Paraguay” del año 1912, lanzado en homenaje al centenario de independencia del país por Arsenio López Decoud, con más de 4 mil fotografías, llama la atención que solo dedique 3 míseras páginas (de 540 páginas) a la intelectualidad paraguaya.
Más de 100 páginas, en cambio, dedica al tema bélico, historia, batallas, condecoraciones y medallas, poder y armas del ejército.
Tiene aún una sección absurda titulada como “Señoras, señoritas y niños de Asunción”. Fotos empotradas en óvalos y círculos. Sin olvidar esa verdadera apología de empresas extranjeras como las de Carlos Casado Limitada, La Industrial Paraguaya (capital paraguayo-argentino), La Forestal del Paraguay (argentina), La Rural Anglo-Paraguaya (en Ajos), Larangeira Mendes y cia (en Horqueta), Domingo Barthe y su Empresa de Navegación de los Ríos Paraguay y Paraná ademá de sus yerbales tristemente célebres.
“Ser exactos en la apreciación de nuestros escritores y poetas es muy difícil, bajo la influencia de las predisposiciones partidistas, por más que se trate de evitarlas en el análisis.
Sin embargo, en nuestro país, nadie discute el mérito científico o literario de Domínguez, Gondra, Garay, Baez, Moreno, O’Leary, Godoy, Diógenes Decoud, y López Decoud.
Y nadie ignora que hay talentos, a medio revelarse, literalmente, por sus escasas obras de tendencia artística, pero que son talentos como Antonio Sosa, Daniel Codas y otros.
Tampoco es desconocido el hecho de que Ruíz Díaz de Guzmán, hace algunos siglos ya, Cañete, a principios del XIX, Francia y Manuel Pedro de Peña, a su modo, han escrito composiciones originales por el asunto y por la forma.
Pero, la verdadera literatura paraguaya no se inicia sino cuando aparecen los primeros periódicos bajo el gobierno de los López. Sin embargo, de esa época anterior a 1870, pueden mencionarse, con la seguridad de no errar, sino plumas de valor indiscutible, sí, pero no de alcance tal que puedan sobresalir en la literatura castellana: Don Carlos Antonio López, Natalicio Talavera, Don José Berges y el Mariscal López”.
“Si no hubiera de por medio la actual intransigencia con el Mariscal López, nadie pondría en duda que sus notas y discursos, compuestos con la prevención de la política y la diplomacia, (más astutas que sinceras, entonces más que ahora) son de cariz literario mejor que los versos de Talavera y los escritos de Berges, porque por las circunstancias en que se encontraba el autor, su posición de dueño de los destinos de una nación en honda crisis, sus ambiciones de gloria y de grandeza, el comedimiento que debía guardar ante sus grandes y numerosos enemigos, y amigos ilustres como Alberdi, la verdadera grandeza material y moral del Paraguay, todo era causa de que en el fondo y en la forma, sus producciones reclamasen de la diplomacia su aspecto reflexivo y de la política su forma grave, resultando así, que bajo una apariencia severa se traslucen la intimidad del sentimiento y la exaltación de las ideas en sus escritos”.
“Se han distinguido en la poesía lírica, en orden cronológico, Natalicio Talavera, Domingo E. Parodi, Adolfo Decoud, Venancio V. López, Delfín Chamorro, Liberato Rojas, Juan F. Pérez, Alejandro Guanes, Ignacio A. Pane, Juan E. O’Leary, Francisco L. Bareiro, Juan R. Dahlquist, Ricardo Marrero Marengo, Daniel Giménez Espinosa y Marcelino Pérez Martínez”.
“Agregaremos a esta breve reseña el nombre de Eloy Fariña Núnez, que en su reciente y magnífico “Canto Secular” al centenario de nuestra independencia ha alcanzado de un solo y poderoso vuelo á las cumbres de nuestra alta intelectualidad”.
“Formando excepción de esta tendencia, pero siendo también figura sobresaliente, aparece Arsenio López Decoud con trabajos que valen todo lo que se puede por la instrucción en que se apoyan, pero principalmente por lo vibrante del estilo, por la factura acabada y escrupulosa de la frase. Entre ellos merecen mención especial la serie publicada con el nombre de El Feminismo y la larga serie de sus artículos periodísticos y discursos políticos y literarios”.