Luego de varios años se consiguió aprobar en el Senado el “Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco”. El cartismo y sus aliados liberales se retiraron de la sesión al no tener votos para la postergación del tema.
En la jornada del jueves el Senado trató el Mensaje N° 126 del Poder Ejecutivo, vía Ministerio de Relaciones Exteriores, de fecha 12 de diciembre de 2018, por el cual remite el proyecto de Ley de “Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco”, adoptado en Seúl, República de Corea, el 12 de noviembre de 2012.
La senadora Desirée Masi, fundamentó el dictamen de aprobación de la Comisión de Legislación y en ese sentido, dijo que el comercio ilícito del tabaco está ligado al crimen organizado y al lavado de dinero, a nivel fronterizo e internacional.
“Lo que busca este protocolo es establecer controles estrictos que nosotros no tenemos en este momento”, remarcó.
Detalló, además, que esta propuesta pretende que la persona física o jurídica, tabacaleras que están aquí, tengan que identificarse, dónde tienen sus máquinas, tener un sello identificador, que tenga los datos de los que vendan y compran.
Por su parte, el senador Jorge Querey titular de la Comisión de Salud, expresó que lo esencial del protocolo es el control del suministro del producto del tabaco estableciéndose que en los cinco años posterior a su vigencia se establezca un régimen global seguimiento y localización que incluye sistemas nacionales e internacionales. Aclaró que este protocolo deberá ajustarse a la legislación nacional.
A su vez, el senador Stephan Rasmussen, manifestó que acompaña este proyecto que fue firmado en el 2012. Sin embargo, su colega Abel González, dijo que se debía estudiar mejor este protocolo, escuchar a los agricultores y que no se realizaron los recaudos necesarios.
Finalmente, a través de voto nominal con (34 votos a favor) quedó aprobado y se remite a la Cámara de Diputados.
Este proyecto, que tuvo el acompañamiento del oficialismo colorado, estuvo “cajoneado” por varios años sin que se pudiera conseguir quórum para su tratamiento debido a la fuerte presión del cartismo, cuya bancada, además de sus aliados liberales, se retiró y no quedó a defender la postura de las tabacaleras.
