«Cuando el escritor adquirió conciencia de su papel de mediador, nació el narrador. A partir de entonces, el relato que se entrega al público fue pensado, clasificado, ordenado y clarificado». Por: Derian Passaglia
Domingo, 24/07 13:24
A Sartre le agarró un ataque de poeta. Yo no me olvido que cincuenta páginas atrás dijiste que los poetas eran lo peor del universo: “Y cuando el simbolismo descubre el estrecho parentesco de la belleza y la muerte, no hace más que poner de manifiesto el tema de toda la literatura de mediados de siglo. Belleza del pasado, porque ya no existe; belleza de las jóvenes moribundas y de las flores que se marchitan; belleza de todas las erosiones y todas las ruinas; suprema dignidad de la consumación, de la enfermedad que mina; del amor que devora, del arte que mata; la muerte está por doquiera, delante de nosotros, detrás de nosotros, hasta en el sol y los perfumes de la tierra.”
Está claro que Sartre desprecia al escritor de su actualidad. No puedo seguir leyendo porque distrae el olor del humo de asado de los vecinos.
Lunes, 25/07 16:48
Cuando el escritor adquirió conciencia de su papel de mediador, nació el narrador. A partir de entonces, el relato que se entrega al público fue pensado, clasificado, ordenado y clarificado.
“Así, para el novelista salido de esta sociedad estabilizada, el cambio es un no ser, como para Parménides, como el Mal para Claudel”. Sartre está hablando de los escritores clásicos que juegan a lo siniestro y ominoso. Él quiere radicalidad.
Martes, 26/07 17:01
“Si los autores hubiesen encontrado auditorios en las clases oprimidas, cabe que la divergencia de los puntos de vista y la diversidad de los escritos hubieran contribuido a producir en las masas eso que llaman muy bien movimiento de ideas, es decir, una ideología abierta, contradictoria, dialéctica. Indudablemente, el marxismo hubiera triunfado, pero hubiera adquirido mil matices”.
Sartre insiste en llorar por una literatura que no fue, por un mundo que se vino abajo y pareciera que toda la culpa, o gran parte de la culpa, la tuviera la literatura. Una literatura cargada de ideología y que tiene la capacidad de transformar las conciencias. Eso no es literatura, es propaganda.
Pensándolo a lo largo de la historia, la autonomía del arte, el arte por el arte, es solo un momento de la literatura, que empieza en el siglo XVIII y sigue, solo como una corriente, hasta ahora. Pero desde su mismo nacimiento el arte y la literatura estuvieron unidos a la religión, a la vida. ¿Cómo se puede volver a eso? Es imposible, hay que aceptar que la literatura es un hobby para gente con tiempo y plata, gente que busca incluso distinguirse, o que lo usa como un consumo, y seguir adelante.