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domingo, mayo 19, 2024

Cuando Kim Jong-un era fan de Katty Perry

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Además de la comedia y la sátira, Una loca entrevista, juega con el policial de espías y con el cine de acción… Por: Derian Passaglia

Seth Rogen es el mejor actor, director y productor de comedia de los últimos tiempos, un tardío adolescente gordito de Canadá que la pegó en América, y que suele trabajar con sus amigos, como en esta película, donde hace un dúo protagónico con James Franco. La película es Una loca entrevista, de 2014, y está disponible en Netflix. Es así: James Franco es un presentador de televisión yanqui que tiene un programa sobre entrevistas a personalidades de la farándula, y Seth Rogen interpreta a su productor. El tema es que nadie se los toma en serio a ellos dos, porque claro, no son serios: sus entrevistas son bizarras y dan vergüenza ajena, como la que le quieren hacer a Matthew McConaughey cuando descubren que tuvo sexo con una cabra.

Pero hay alguien, al otro lado del mundo, que sí se toma en serio a James Franco en su papel de presentador de chimentos: el dictador norcoreano Kim Jong-un. Que aparezca un dictador de un lejano país al otro lado del mundo recuerda a las viejas películas de los noventa, esas farsas guerrilleras donde siempre un dictador con bigote de un país de Medio Oriente explotaba por el aire con una bomba. Kim Jong-un ama el programa de James Franco, y lo invita a Corea del Norte, porque quiere que lo entreviste. Si hasta acá el argumento puede sonar ridículo, todavía falta más, porque la CIA se mete en el medio, y le pide a James Franco y Seth Rogen que asesinen a Kim Jong-un. ¡Dos personajes del medio y la televisión en una misión súper secreta para asesinar al Líder Supremo de la República Popular de Corea!

La trama se va enredando, a James Franco le empieza a caer bien el dictador norcoreano, porque parece no un sanguinario terrorista estatal que hambrea a su gente y amenaza al mundo con bombas atómicas, sino un ser humano común y corriente, de carne y hueso, que le gusta tomar, fumar porro, jugar al básquet y encamarse con varias chicas. De hecho, la humanización de Kim Jong-un también se ridiculiza: le gusta escuchar y cantar la canción “Firework” de Katy Perry y se pregunta si tomar margaritas no será de gay. Al momento de su estreno, hace casi una década, Sony Pictures sufrió amenazas y ciberataques, por lo que la película estuvo a punto de no estrenarse.

Además de la comedia y la sátira, Una loca entrevista, juega con el policial de espías y con el cine de acción, porque James Franco tiene que matar a Kim Jong-un con un veneno que debe llevar en la palma de la mano al momento de saludarlo, y al final, cómo no, hay tiros, persecuciones, oficiales de altos mandos descabezados y soldados coreanos que se enojan y arrancan a los metralletazos limpios. Quizá habría que definir el público de esta película, por si todavía no quedó claro: espectadores que disfrutan con la imaginación, la locura y no buscan más que pasar un buen rato mirándose algo por streaming, los verdaderos cinéfilos.

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