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domingo, mayo 19, 2024

Vida de Esopo judío

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Paranaländer aprende de las fábulas esópicas cómicas del luso-portugués quemado por la Inquisición, António José da Silva llamado el Judío.

 

António José da Silva es un autor de comedias nacido en Brasil (1905) y muerto en Lisboa (1739) en manos de la Inquisición. Es considerado el mejor autor dramático portugués de la época.Conocido como El Judío, tal como la peli sobre su vida del año 1995.

O Judeu (1995)  https://www.youtube.com/watch?v=aOb4QAYE7q0

Hoy comentaré su obra “Esopaida ou vida de Esopo” (1734). Mi ejemplar es de 1979 (Universidad de Coimbra), edición sinóptica e interpretativa por José Oliveira Barata.

Mártir en la lucha contra un régimen despótico, cuyos escritos que han llegado hasta nosotros en realidad habían sido expurgados por la censura. Después de la muerte desastrosa del autor, se reimprimieron sus obras editadas en vida (Laberinto de Creta, Las variedades de Proteo, Guerras del Alecrim y de la Mangerona, Glosas al soneto de Camoens ‘Alma mi gentil’) y se le añadieron otras (Vida de D. Quixote, Esopaida, Precipicios de Phaetante, Anfitrión o Júpiter y Alcmena, Encantos de Medea…).

El manuscrito de la Esopaida no tiene la rúbrica del autor. La primera edición de las obras del Judío, sometidas al rigor de la Censura Inquisitorial, fue en la Officina Sylviana de la Academia Real(1744) por Francisco Luis Ameno (prospero tipógrafo y librero lisboeta setecentista también de origen judío coocido también por haber editado las obras del Padre Vieira, famoso como Pai Zumé). No es seguro que autor e impresor  se hayan conocido. El manuscrito de la Esopaida, aún no siendo autógrafo, es una copia próxima del original o incluso copia fiel del original escrito por el Judío y recuperado por Ameno.

La Esopaida, la segunda de las comedias a ser representada (1734), habría circulado manuscrita y solo más tarde surgiría incluida en varias ediciones que reunirían todo el teatro del Judío. El códice -que había pertenecido a la Biblioteca del Colegio de S. Pedro- que incluye la Esopaida contiene en su casi totalidad poesía gongorina.

Al cotejar el manuscrito y la edición impresa de 1744, no vemos alteración en el número de personajes de la pieza. El Judío, de los restantes pesonajes,  mantuvo de la tradición esópica apenas cuatro: Zenon, Esopo, Xanto y Creso.

El manuscrito se inicia con los diez versos que el Coro canta (y cantará en el final de la pieza). Fueron suprimidos en la versión impresa. El motivo de la censura sería porque hace la apología del triunfo del esclavo torturado por la dura suerte, perseguido por el hado esquivo, cautivo, mas contra todo y todos triunfador

Marcelino Menéndez Pelayo falla al dar como linaje de la Esopaida el “Ésope à la cour” de Boursault (1702).  El editor Oliveira señala como influencia “Vida y Fábulas del famoso fabulador Esopo de nuevo traducidas y añadidas por Manuel Mendes de Vigueiras” (1621). Este Manuel Mendes, hombre versado en gramática latina y griega, tuvo mucho suceso. Otro influjo es el Isopete español de 1607.

En la versión española Esopo es presentado así: “mozo deforme y feo de cara y de  cuerpo, de gran cabeza, de ojos agudos, de color negro, de mejillas luengas y el cuello torcido, de pantorrillas gruesas, de pies grandes, giboso, bozudo y barrigudo, y tartamudo, sobrepujaba a todos en saberes astuciosos”.

En la Esopaida, Esopo es insultado como jorobado y patizambo. O como fantasma.

El episodio del robo de los higos imputado a Esopo figura en las dos versiones (española y portuguesa).

Esopaida y la versión española coinciden en que Esopo es el esclavo adquirido menos dotado. También en el episodio en que varias esclavas van a buscar a Esopo en la esperanza de encontrar en él al marido deseado. El poder argumentativo de Esopo se repite en la versión española. Idem el episodio del hortelano, repetido en ambas ediciones. Lo mismo que aquél en que Esopo provoca la ira de Xanto, colocando a la mujer del filósofo en ridículo. Sobre todo coincide Esopaida y la versión de Mendes en el episodio del banquete en que Esopo hará el elogio de las virtudes y desventajas de las lenguas. “Por la lengua los hombres perecen, por la lengua viene el hombre en nobleza, por la lengua se destruyen las ciudades, por la lengua vienen todos los males…”.

Los tres Esopo mencionados coinciden en el episodio de Xanto bebedor del mar, cuando Xanto apuesta beber el mar después de embriagarse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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