El piloto de un avión de Delta Airlines decidió regresar al aeropuerto de origen porque uno de los pasajeros que iban en el vuelo sufrió una diarrea explosiva, asegurando que el hecho se convirtió en “un problema de riesgo biológico”.
Un portavoz de la aerolínea explicó que el vuelo pudo operarse «con un cambio de aeronave«, luego del aterrizaje de emergencia, porque la causa del retraso fue que el problema escatológico que sufrió uno de los pasajeros, habría quedado esparcida «por todo el avión».
Al llegar a Atlanta, varios trabajadores se encargaron de desinfectar la aeronave durante horas.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) tienen una guía para la tripulación de cabina.
De acuerdo a estos protocolos, dado que no se sabe si una enfermedad es contagiosa cuando aparecen los síntomas por primera vez, cualquier líquido corporal como diarrea, vómito o sangre debe tratarse como potencialmente infeccioso.
Fuente: ambito.com