En su homilía en Caacupé, el obispo Juan Bautista Gavilán lanzó duras críticas a aquellos que, en su opinión, buscan perjudicar a los jubilados y ancianos, refiriéndose específicamente al proyecto de ley sobre la superintendencia de jubilaciones.
El monseñor Juan Bautista Gavilán ofreció un sermón en la víspera de la festividad de la Virgen de Caacupé, centrándose en el anuncio del evangelio y la fortaleza que este aporta a quienes lo siguen, utilizando la analogía del árbol tajy como ejemplo de arraigo en la fe.
Durante su mensaje, el obispo no escatimó críticas a aquellos que, en su opinión, buscan perjudicar a los jubilados y ancianos, refiriéndose específicamente al proyecto de ley sobre la superintendencia de jubilaciones y pensiones que quedó sin resolver en el Senado debido a la presión de manifestantes y la falta de cuórum.
El proyecto en cuestión, que genera rechazo de varias organizaciones civiles y sindicales, fue objeto de fuertes comentarios del monseñor Gavilán, denunciando la intención de «robar a los pobres y a los ancianos» y lamentando el intento de avanzar con la votación del proyecto a pesar de la ausencia de cuórum.
El obispo, en línea con sus críticas, también apuntó al Ministerio Público, instándolo a reflexionar sobre su papel y responsabilidades constitucionales, especialmente en relación con casos de corrupción, donde percibe falta de acción y compromiso.
Además, abordó la cuestión de la tierra en Paraguay, destacando la disparidad entre la abundancia de tierra y la falta de acceso a la misma para muchos, señalando la ausencia de una reforma agraria efectiva como una de las problemáticas evidentes en el país.
Su sermón apuntó a temas sociales y políticos sensibles, destacando la necesidad de defender los derechos de los más vulnerables y la transparencia en la acción de las instituciones públicas.