Rafael Nadal, ausente de las pistas de tenis durante casi un año por problemas físicos, regresó en buena forma al imponerse al austriaco Dominic Thiem en dos sets, por 7-5 y 6-1, en la primera ronda del torneo de Brisbane, en Australia.
El esperado retorno a la competición del tenista mallorquín, once meses y medio después de su última actuación, fue también para él «muy positivo».
«Sinceramente hoy es un día emotivo e importante para mí, después de probablemente uno de los años más duros de mi carrera, sin lugar a dudas», declaró Nadal en la entrevista a pie de pista. «Tuve la oportunidad de superarlo y jugar enfrente de un público increíble y jugar, creo, a un nivel muy positivo», añadió.
A sus 37 años y tras dos operaciones en la cadera que le impidieron jugar desde enero de 2023, llegando incluso a poner en duda su continuidad en el circuito, el ahora número 672 del ranking tuvo momentos de brillantez y no dio opción a su rival, número 98 de la ATP (aunque llegó a estar en tercera posición, también castigado por las lesiones).
En lo que el propio Nadal calificó de «probablemente» su último año en activo, el manacorí resolvió su partido en una hora y 29 minutos de juego, logrando su victoria 1.069 de su carrera.
Esto convierte a Nadal, que ha ganado veintidós Grand Slam, en el cuarto tenista de la historia con más victorias, tras desempatar con el checo Ivan Lendl. Por delante, sólo tiene al estadounidense Jimmy Connors (1.274), al suizo Roger Federer (1.251) y al serbio Novak Djokovic (1.089), el único junto al español que sigue en activo. «Es un día muy emocionante para mí por todo lo que he pasado. Me siento muy feliz. Todo ha salido bien. Han sido muchas cosas. Estoy agradecido por todo», insistió sobre la pista.