El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, sentó postura frente a la corriente libertaria en la región. “Sin un Estado fuerte y sin democracia, argumentó, no se puede garantizar la libertad ni la justicia social”, afirmó.
En una reciente entrevista para CNN Chile, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, profundizó en la interconexión entre la libertad individual y el bienestar social, argumentando que la libertad por sí sola no es suficiente si no va acompañada de un mínimo de bienestar para todos los ciudadanos.
Lacalle Pou señaló que aunque sectores políticos, especialmente de derecha, defienden fervientemente la libertad, esta solo puede ser verdaderamente disfrutada cuando se asegura un nivel básico de bienestar social.
El presidente utilizó un ejemplo para ilustrar su punto: “Acá, sentado en el Sheraton y con el auto que estoy usando, puedo hablar de libertad y seguramente tenga las herramientas para gozarla. Pero si salimos de Chile, en algún lugar de mi país hay gente que nace y vive en un rancho de lata, sin saneamiento, donde en una habitación duermen ocho personas y los padres luchan por un jornal que a veces no logran. Esa gente, cuando les hablo de libertad, me preguntan: ¿De qué libertad me habla?”
Lacalle Pou subrayó que la libertad individual en un mundo cada vez más integrado solo puede ser plenamente disfrutada si toda la comunidad se siente libre. Esto implica que debe haber impulsos y apoyos para determinados sectores de la sociedad. Incluso los emprendedores y empresarios, que están en la cúspide de la situación económica, piden subsidios y estímulos al Estado. “Si la gente en la cima de la prosperidad económica pide apoyo al Estado, es lógico que aquellos que necesitan subsistir también necesiten estos estímulos”, afirmó el presidente.
En este contexto, Lacalle Pou destacó la importancia de un Estado fuerte que pueda proporcionar estos apoyos. Sin un Estado fuerte y sin democracia, argumentó, no se puede garantizar la libertad ni la justicia social. Aclaró que un Estado fuerte no significa uno patológico o inmóvil, sino uno vital, activo y con reflejos rápidos, que pueda responder eficazmente a las necesidades de su población.
El presidente uruguayo también enfatizó la necesidad de una separación de poderes con un respeto institucional sólido, señalando que una democracia plena requiere un Poder Judicial fuerte, así como Poderes Legislativo y Ejecutivo robustos. “La fortaleza de las instituciones es crucial para mantener una democracia que realmente funcione y que pueda ofrecer libertad y bienestar a todos sus ciudadanos”, concluyó Lacalle Pou.
