El huracán Milton amenaza con devastar la costa oeste de Florida mientras millones de personas intentan evacuar a contrarreloj. Las autoridades advierten que quienes decidan quedarse se enfrentan a un peligro mortal.
El huracán Milton se aproxima peligrosamente a la costa oeste de Florida, poniendo en alerta máxima a millones de residentes que enfrentan la amenaza de una destrucción masiva. A pesar de las órdenes de evacuación emitidas por las autoridades, algunas personas han decidido quedarse en sus hogares, desafiando las advertencias de un desastre inminente.
La región de Tampa Bay, que alberga a más de 3,3 millones de habitantes, se encuentra en la posible trayectoria directa de Milton, que ha mantenido una categoría 5 durante gran parte de su camino hacia la costa. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, el huracán podría reducirse a categoría 3, pero aún conservaría una fuerza devastadora cuando toque tierra el miércoles por la tarde.
En la madrugada del miércoles, el huracán se ubicaba a unos 580 kilómetros al sureste de Tampa, con vientos sostenidos de hasta 260 kilómetros por hora. Los meteorólogos prevén que la tormenta mantenga su intensidad mientras se desplaza por el centro de Florida hacia el Atlántico.
Miles de automovilistas abarrotaron las carreteras en un intento de evacuar las zonas de riesgo, aunque el tiempo para hacerlo se agota rápidamente. La alcaldesa de Tampa, Jane Castor, advirtió sobre una posible marejada ciclónica que podría alcanzar hasta 4,5 metros, amenazando con inundar completamente las viviendas ubicadas en áreas bajas.
«Si decides quedarte, ese podría ser tu último error», sentenció Castor, resaltando la gravedad de la situación. La advertencia fue respaldada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien desplegó recursos estatales para intentar limpiar los escombros que dejó el huracán Helene hace solo dos semanas.
En Punta Gorda, una localidad severamente afectada por Helene, las calles aún mostraban señales de la devastación previa, con montones de pertenencias dañadas apiladas en las aceras. Residentes como Scott Joiner se preparan para enfrentar a Milton, a pesar de las experiencias traumáticas recientes, cuando el agua y la vida silvestre invadieron sus hogares.
Más al sur, en la isla Anna Marie, Evan Purcell se apresuraba a asegurar sus pertenencias antes de evacuar. Después de sufrir pérdidas significativas por las inundaciones causadas por Helene, Purcell temía que el nuevo huracán acabara con lo poco que le quedaba.
En México, el paso de Milton por la costa de Yucatán provocó daños menores, con cortes de energía y caída de árboles, pero sin víctimas fatales. Las autoridades locales trabajan contrarreloj para mitigar los efectos de la tormenta y prevenir que los escombros se conviertan en proyectiles durante el próximo impacto.