La esgrimista universitaria Stephanie Turner se arrodilló en señal de protesta durante un combate femenino, negándose a competir contra Redmond Sullivan, una deportista transgénero, por considerar que su presencia vulnera la equidad en el deporte.
Un torneo universitario de esgrima en la Universidad de Maryland, que normalmente pasaría desapercibido, se convirtió en el centro de un intenso debate nacional en Estados Unidos luego de que la esgrimista Stephanie Turner se negara a competir contra su oponente transgénero, Redmond Sullivan.
Turner se arrodilló frente a su rival y declaró: “Soy una mujer, esto es un hombre y este es un torneo femenino. No voy a competir contra este individuo”, en un acto que calificó como una protesta deliberada ante lo que considera una falta de atención a las objeciones de las mujeres deportistas por parte de la federación.
La organización USA Fencing aplicó la normativa vigente y descalificó a Turner mediante una tarjeta negra, ya que sus reglas no permiten rechazar un combate contra un oponente inscrito legalmente. Sullivan, en tanto, continuó en la competencia y finalizó en el puesto 24 de 39.
USA Fencing respaldó la inclusión de atletas trans en base a su política actual y a los lineamientos científicos disponibles, mientras que Turner argumentó que su acción fue motivada por una creciente preocupación sobre la equidad en las categorías femeninas.
El gesto reavivó el debate nacional sobre la participación de deportistas transgénero en competencias femeninas, en un clima aún marcado por la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que restringe dicha participación.