Ante las «fake news» que circulan en las redes sociales, acá te informamos del destino de los préstamos contraídos por el Gobierno. En su mayor parte fueron destinados a Ñangareko, Pytyvõ y subsidio a trabajadores cesados.
Algunos sectores de la sociedad, entre periodistas, “influencers” y políticos, a diario en redes sociales y medios de comunicación se preguntan acerca del destino de la deuda que el Estado contrajo para solventar los gastos propios de la emergencia y el combate a la pandemia. Algunos incluso hasta sostienen que el dinero «se robó».
Los datos de la rendición de cuentas son accesibles a todos los ciudadanos y se encuentran disponibles en una página web donde aparecen todos los detalles.
Aún así, circulan muchas “fake news” sobre la ejecución de los montos presupuestados para la emergencia sanitaria. En ese sentido, en primer lugar hay que decir que el Congreso Nacional autorizó al Ejecutivo a contraer empréstitos por USD. 1.600 millones, de los cuales hasta el momento fueron distribuidos USD. 1009 millones, en pleno proceso de ejecución.
La mayor parte de estos fondos de contingencia fueron al programa Pytyvõ, destinado a trabajadores informales y cuentapropistas: hasta este momento se desembolsaron USD 300 millones. Actualmente se está realizando la fase de segundo pago a 750.000 beneficiarios.
El siguiente monto más importante fue destinado a salarios de personal de blanco, maestros y otros funcionarios públicos. A ellos se orientó la suma de USD 243 millones.
Al Instituto de Previsión Social, le fueron transferidos USD 100 millones, que están siendo utilizados para el pago de subsidios a trabajadores cesados, los cuales en su mayoría ya recibieron 2 pagos e incluso se piensa en un tercero y hasta un cuarto pago.
Al sistema de salud, le fueron inyectados USD 99 millones, con los que se está haciendo frente a la emergencia.
Otros desembolsos importantes fueron destinados a programas de protección social, que en estos meses tuvieron un incremento, entre los cuales se encuentran los subsidios a adultos mayores y Tekopora.
El porcentaje restante -tal como se observa en la imagen- fue distribuido entre el programa Ñangareko, créditos de capitalización a mypimes y jubilaciones.
El monto utilizado ni siquiera alcanzó aún a lo autorizado por el Congreso para esta situación de emergencia.
Por eso, los fantasmas que agitan algunos sectores – de que, supuestamente, en su mayor parte el dinero fue utilizado en gastos corrientes- está a la vista que son completamente falsos y buscan confundir a la población en un momento de mucha sensibilidad, dado el enorme esfuerzo que los paraguayos y paraguayas hicieron y siguen haciendo para combatir el COVID-19.
