Serán 90 voluntarios los que recibirán las dosis en el marco de los ensayos de la vacuna, que en pruebas laboratoriales demostró resultados favorables.
Italia ha comenzado este lunes las pruebas en humanos de su vacuna contra el nuevo coronavirus, creada y producida en el país.
La primera dosis experimental del compuesto se ha inyectado a una mujer de 50 años, después de haber superado los ensayos preclínicos tanto in vitro como en animales con una fuerte respuesta inmunitaria y un buen perfil de seguridad informó el diario El País de España.
La fórmula ha sido ideada por la empresa biotecnológica RaiThera y los ensayos se llevarán a cabo en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani de Roma, el centro de referencia en la materia.
La mujer, que se mantiene en el anonimato, ha sido la primera de los 90 voluntarios que recibirán la vacuna a partir de este lunes. Como ella, el resto de voluntarios deberán permanecer en observación durante cuatro horas después de la inyección y en las próximas 24 semanas se someterán a un total de ocho revisiones para controlar que no presenten efectos secundarios graves.
Los 90 pacientes que probarán el fármaco han sido seleccionados entre las más 5.000 personas que se ofrecieron a participar en el experimento, de los cuales muchos son médicos y personal sanitario. La mitad de ellos tienen entre 18 y 55 años y la otra mitad, más de 65.
De acuerdo a lo informado por El País, a cada uno se le administrará una dosis diferente de la vacuna. Si quienes reciban la inyección estas primeras semanas no presentan reacciones peligrosas, se prevé que los voluntarios de septiembre reciban dosis del compuesto cada vez mayores.
El proyecto se encuentra en la primera fase de experimentación, cuyos principales cometidos son evaluar la seguridad de la vacuna candidata y más tarde determinar si es capaz de activar la producción de anticuerpos.
Si los resultados de esta etapa son positivos, la fase 2 podría comenzar en unos siete meses, con un número mayor de voluntarios, también fuera del país transalpino, en lugares donde haya un mayor número de infectados.
El laboratorio, con más de dos décadas de experiencia, se está preparando con antelación para ampliar sus oficinas y su capacidad de producción, para poder llegar a fabricar, llegado el caso, millones de dosis.