El senador luguista «Kencho» Rodríguez afirmó que durante el gobierno de Lugo los fondos de las binacionales ya integraron el Presupuesto General de la Nación. Aquí explicamos porqué dichas declaraciones son una mentira de principio a fin.
En el marco del debate sobre la ley que busca destinar la totalidad de los fondos sociales a la compra de medicamentos, el senador Fulgencio Rodríguez afirmó que durante el gobierno de Lugo dichos recursos entraron al Presupuesto General de la Nación.
Según publica el diario La Nación, el legislador afirmó que los fondos sociales de las binacionales durante el gobierno de Fernando Lugo “entraron en el Presupuesto General de la Nación, los tres años”, mencionó el legislado
Estas afirmaciones pocas veces son contestadas por los medios de comunicación o por los propios integrantes del Partido Colorado, a pesar de que sean falsas de principio a fin.
Es necesario recordar que cuando la oposición gobernó durante el período 2008-2013, habían anunciado con bombos y platillos que enviarían los fondos “socioambientales” de la Itaipu Binacional al Congreso, dando a entender que el presupuesto de ayuda social sería transferido en su totalidad al Gobierno Nacional para su ejecución. Aquello no ocurrió.
Lo único que el gobierno de Lugo hizo, durante 3 años, fue efectuar convenios bilaterales entre la Itaipu Binacional y diferentes ministerios y organismos, por los cuales, bajo ciertas condiciones, la Itaipu se comprometía a transferir –en concepto de donación- recursos para ciertos proyectos a ser ejecutados por estas instituciones. Para lo cual, de manera a incluir estas donaciones dentro de su presupuesto, solicitaban ampliaciones presupuestarias al Congreso Nacional.
Un ejemplo de dicho procedimiento fue la ley 4191/2010, que dispone: “Apruébase los términos del Convenio de Donación N° 4500014825/2010 Itaipú – Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), destinado al Desarrollo del Proyecto de Mejoramiento de Tramos Viales en Zona de Influencia de la Itaipú y otras áreas de Interés (Departamentos de Alto Paraná, San Pedro y Canindeyú), conforme al Anexo que se adjunta y forma parte de esta Ley”
Puede notarse que que es totalmente falso aquello de que sometieron el presupuesto de la Itaipu al presupuesto nacional. Eran donaciones de la binacional a un ministerio, que subsiguientemente se aprobaban por el Congreso. Es una falacia del luguismo afirmar que los fondos sociales ya pasaron por el Congreso.
El propio Gustavo Codas, quien fuera director paraguayo de la Itaipú durante dicho periodo, había dejado en claro en que concepto la entidad binacional aportaba al Estado: “El Congreso aprobó convenios por un valor total de 27 millones de dólares, y la semana pasada, ya se hizo el primer desembolso de casi 12 millones de dólares, lo que da 44% del total aprobado, de acuerdo al cronograma de los propios convenios”
Así como en su momento pasaron por el Congreso las donaciones de Itaipu, también pasan miles de operaciones de “Cooperación Técnica No Reembolsable”, tal como el propio Lugo denominó a los aportes de la binacional (ver exposición de motivos de la Ley 4191/2010, remitido por el Ejecutivo).
Para comprender mejor por qué estos recursos fueron simples donaciones y en ningún caso ingresaron al Presupuesto General de la Nación, nada mas hay que leer uno de los convenios firmados entre la Itaipu y el MEC, en este caso.
El texto del convenio en cuestión, de por sí, echa por tierra todas las afirmaciones que hoy puedan alegarse en el sentido de la posibilidad de “integrar el patrimonio de las binacionales al presupuesto nacional”.
En primer lugar, el convenio habla de la constitución de la Itaipu mediante un tratado y dice que tiene como sedes Asunción y Brasilia; no habla de lado paraguayo y lado brasilero. Fue firmado por ambos directores. ¿Por qué si solo mediante una ley, pueden integrar el presupuesto de la Itaipu al presupuesto nacional, hicieron firmar el convenio al director brasileño?
El convenio –entre otras cosas- no disponía la transferencia de los recursos al Ministerio de Hacienda, sino a una cuenta especial, para la ejecución del proyecto en cuestión.
Si, como aseguran los luguistas, ya se integró antes el presupuesto de la Itaipu al presupuesto nacional, ¿por qué la Itaipu desembolsaba recursos solo cuando recibía una rendición de cuentas de los valores antes transferidos al proyecto?
Es evidente, en toda la extensión del texto del acuerdo, el reconocimiento a la Itaipu como una persona jurídica diferente al Estado Paraguayo porque, de no ser así, se habrían transferido los fondos al Ministerio de Hacienda y éste, de acuerdo con las proyecciones establecidas, haría el desembolso y no la Itaipu de acuerdo a rendiciones de cuenta recibidas.
Hay una gran diferencia entre “integrar el presupuesto al presupuesto nacional” y hacer un “convenio de donación”. El convenio de donación implica aprobar legislativamente la voluntad de la conducción de la binacional, mientras que la “integración” consiste en el despojo del patrimonio de una persona jurídica de derecho internacional, mediante una ley nacional.
Además, si lo que hicieron en aquel momento fue tan bueno, ¿por qué lo hicieron por un periodo corto de tiempo y no durante toda la gestión?
Se podrían decir muchas cosas más. Pero es evidente el desprecio a la verdad y a la legalidad por parte del Frente Guasu. Su cinismo está bañado de oportunismo político.