El expresidente de Brasil, y candidato opositor, Luiz Inácio Lula da Silva afirmó este lunes que en las elecciones del 2 de octubre busca volver para «recuperar la economía» y prometió que «el pueblo va a volver a comer».
El candidato del Partido de los Trabajadores prometió que busca volver para «recuperar la economía» y calificó al mandatario brasileño como producto de la «negación de la política».
Además, admitió que hubo corrupción en la empresa estatal Petrobras y calificó al mandatario Jair Bolsonaro como producto de la «negación de la política» que, dijo, delegó al Congreso la misión de gobernar y no controla el presupuesto del país.
En una entrevista de 50 minutos con la televisora CNN Brasil, emitida este lunes por la noche, Lula se presentó como el candidato que tiene «mucha experiencia» y dijo que se postula porque tiene «la certeza de que es posible recuperar la economía» brasileña.
«El pueblo va a volver a comer», prometió, mirando a cámara.
Sobre Bolsonaro, dijo que se trata de un fenómeno de negación de la política y definió al Ejecutivo como un poder «debilitado».
«La negación de la política y la destrucción de la política permitió que surgiera un Bolsonaro, como pasó con (Adolf) Hitler en Alemania, con (Benito) Mussolini en Italia; toda vez que se niega la política, lo que viene después es mucho peor», dijo Lula.
«El presidente entregó el presupuesto al Congreso, es que el Gobierno está tan debilitado que el Congreso tiene más poder de inversión que el Presidente de la república», manifestó.
Sobre el Legislativo, sostuvo que esperaba que se elijan «muchos diputados y senadores para no ser rehén del Congreso».
En los primeros 20 minutos, el entrevistador William Waack consultó al candidato sobre temas de corrupción, principalmente durante sus períodos de gobierno (2003-11).
«Mi versión es que algún director de Petrobras que reconoció que robó, pagó el precio; yo no puedo decir que no hubo corrupción si ellos confesaron, lo que creo grave es que esas personas fueron beneficiadas por una delación premiada cuyo objetivo era intentar culparme», declaró.
«La delación premiada hizo que muchos se volvieran ricos», subrayó.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) se quejó de tener que demostrar que no cometió delitos. «Tuve que probar en la justicia mi inocencia y demostrar la culpa de ellos», en referencia a jueces y fiscales, señaló.
Además, prometió que, de resultar ganador el 2 de octubre, la única forma que alguien no sea investigado es «si no comete delito».
Si bien remarcó que es necesario «seguir creyendo en la Justicia», criticó la falta de respeto por la división de poderes -que describió como «anormalidad»- y la «judicialización de la política».
«Si cada uno (de los poderes) vuelve a su función, creo que las cosas van a volver a la normalidad: el Legislativo a legislar, el Ejecutivo a gobernar y el Judicial si sabe ser garante de la constitución» se logrará ese objetivo, evaluó.
Lula también marcó un punto de quiebre en la historia reciente en 2014.
«Las cosas empezaron a cambiar desde el golpe contra (la entonces presidenta) Dilma Rousseff, hasta entonces vivíamos en una normalidad, nunca se intentó derrumbar a un presidente porque andaba mal en las encuestas; en 2014 (el actual senador y excandidato a presidente) Aecio Neves no reconoció el resultado de las elecciones», dijo.
Lula prometió que de ser electo por tercera vez como presidente, convocará a los gobernadores e impulsará los tres principales proyectos de infraestructura de cada estado.
El resto de los candidatos presidenciales participaron del ciclo de entrevistas de la emisora y hasta el momento el único que no confirmó su participación es Bolsonaro.
Fuente: Télam.