Paranaländer ensaya interviú con el cientista político Marcos Pérez Talia a raíz de la publicación en forma de libro de su tesis doctoral sobre los partidos políticos del Paraguay.
Latour es uno de los pocos filósofos actuales que admira a los políticos en lugar de burlarse de sus compromisos venales:
«Se necesita algo así como coraje para admitir que nunca lo haremos mejor que un político [… Otros] simplemente tienen un lugar donde esconderse cuando han cometido sus errores. Pueden volver atrás e intentarlo de nuevo. Sólo el político se limita a un solo tiro y tiene que disparar en público”
(PF, p. 210).
Para preparar mis preguntas para el streaming de este viernes 18 con Marcos Pérez Talia, me puse a hojear “El cambio de los partidos políticos en el gobierno y en la oposición. La ANR y el PLRA entre 2003 y 2018” (Intercontinental, 2022). El libro, que se presentará la próxima semana (el 21 de noviembre a las 18:00 horas en El Granel), es fruto de su tesis doctoral en Ciencias Políticas que llevó a cabo en la Universidad de Rosario, Argentina.
Como es una obra que rinde explícitamente tributo a los partidos políticos más influyentes del Paraguay, y a los hombres que se afanan dentro de sus cuadros, inicié esta columna con un epígrafe -a contracorriente del ethos posmo, que descree en el político y, en cambio, propulsa al militante y activista indefinidos-, del recientemente fallecido filósofo franchute Bruno Latour haciendo una apología del político.
Se me ocurre empezar preguntando por el verdadero estatus de la ciencia política.
Seguiría sobre lo llamativo, dentro del resumen-balance rápido y sumario de la historia de los dos partidos del título, de la no mención del Partido Comunista Paraguayo ni de los movimientos anarquistas a inicios del siglo XX.
¿Los historiadores son científicos o tienen el valor de ciencia política?, por ej., los libros de Boccia, citado, creo, en la obra, ¿qué son?
Sobre la escasa literatura sobre los partidos políticos en nuestro país: los casos de Gómez Fleitas (1970) y Graziella Corvalán (1972), que publicaron excelentes trabajos sobre los partidos políticos en la Revista Paraguaya de Sociología, financiada por la CIA, ¿cómo uno debe tomar esa circunstancia tan sensible?
Además de la labor de Bourscheid (México, 2018), la tesis de Benjamín Arditi (1993), nos parece hoy día que patentó un cliché totalmente insostenible y falso: no hubo un solo partido colorado unificado o granítico llamado stronismo…sino varios (los stronismos: cuántos hubo, de militantes, de guiones-natalicistas (Insfrán), democráticos (seguidores de Chaves), mendezfleitistas (remanentes de su peronismo paraguayo), militaristas, tradicionalistas, anticomunistas, etc.).
Si hacemos zoom en la primera parte del resumen histórico, la del siglo XIX, nos percatamos de algunas omisiones deliberadas como la del uso del término legionario, prefiriendo sinónimos más ambiguos o neutros como antiliberal, anti-lopizta, etc.
Sobre la apertura de Stroessner circa 1967, para lograr la aprobación de la nueva constitución que suplantaría a la ultra personalista de 1940 (acometida por Estigarribia) y que posibilitaría su reelección por dos períodos más: no consigna los logros obtenidos gracias a ese pacto como la oficialización del guaraní como segunda lengua oficial del país, incluso, si no recuerdo mal, también por esa época se incorpora el voto femenino, además de la puesta en escena del tema de los derechos indígenas, etc.
Por supuesto es ineludible el tema de Itaipú (ver para cotejar el ítem revisionista muy actual de los ingenieros de la era del generalísimo Franco, en España).
Otra cuestión muy sustanciosa que debería profundizarse con más estudios es la lista de países con probados influjos sobre el Paraguay a lo largo de su historia:
influjo argentino en la era liberal (golpe de 1904, financiada por la esposa del presidente Quintana).
Influjo peronista (guerra civil del 47, incluso por protección de intereses de Carlos Casado hubo durante la Guerra del Chaco, una empatía argentina hacia nuestro país).
influjo de Brasil: ¿solo hubo en el siglo XIX y se retomó con Getulio Vargas a inicios de los años 40?
Influjo americano: Itaipú, visita de Nixon, viaje del presidente Higinio Morínigo a USA, visita de Stroessner al presidente Johnson, golpe de Schaerer con apoyo del aventurero Farquhar (según Kleinpenning), etc.
Nos vemos en el streaming mañana viernes para ponerle cuerpo a este esbozo de cuestionario surgido de la vertiginosa lectura de tan suculento trabajo de investigación.
*Marcos Pérez Talia es doctor en Ciencia Política (Universidad de Rosario), Máster en Ciencia Política (Universidad de Salamanca), Máster en Derecho, Economía y Políticas Públicas (Instituto de Investigación Ortega y Gasset y Universidad Complutense de Madrid) y abogado (Universidad Nacional de Asunción). Ha publicado “El PLRA en la transición” (El Lector, 2019) y “3 de Febrero. Rupturas, cambios y continuidades” (Atlas, 2022).