Efraín Alegre propuso eliminar el almuerzo escolar, desfinanciar a la ANDE con subsidios del 90% de la energía eléctrica, romper con Taiwán y acercarse a China, entre otras peligrosas ideas que podrían afectar derechos y poner en riesgo las arcas públicas.
Los planes que propone la Concertación, entre las que se encuentran la de eliminar el almuerzo escolar, desfinanciar la ANDE y acercarse a China, no solo son de difícil cumplimiento, sino su implementación podría afectar presupuestariamente al Estado paraguayo, además de tirar a la basura derechos que fueron incluidos como políticas públicas ya hace varios años atrás.
Las propuestas de Efraín Alegre, marcada por la demagogia en momentos de campaña electoral, son inviables y peligrosas para las arcas del Estado, todo con la intención de captar los votos del electorado, como la reducción del 90% de la tarifa de la Administración Nacional de Electricidad para las viviendas del país, cuyo planteamiento será insostenible para la ANDE, a criterio de expertos en temas de energéticos, porque la institución terminará quebrando.
De hecho, la ANDE ya posee una Tarifa Social, para clientes de menor posibilidad económica, por lo que ampliar el subsidio a toda la población, o gran parte de ella, es una medida absolutamente regresiva, ya que se subsidiaria incluso a aquellas personas que pueden pagar tranquilamente su tarifa de energía eléctrica y como resultado se quitará recursos a la empresa eléctrica estatal para que continúe mejorando su servicio, que es lo que espera cualquier ciudadano de bien, y no que le regalen nada.
El pohä gratis es un discurso engañoso, considerando que el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social ya cuenta con un catálogo de medicamentos gratuitos para distribución a los pacientes, señalada por los especialistas como una utopía, ya que el presupuesto debe salir de algún lado, pero que no cuenta con financiamiento.
En cuanto a la alimentación escolar, cuya propuesta es eliminarla para dar dinero a las familias de los estudiantes, es muy cuestionado por los expertos en educación, con el argumento de que traerá perjuicio a los niños y adolescentes, dado que no garantiza que los alumnos reciban la comida, con ello, la inclusión será menor, los niños no irán a las escuelas y bajará la calidad en el aprendizaje.
A todas luces se puede ver que Alegre, incluyendo sus asesores, no conocen la realidad de las escuelas del Paraguay profundo, ya que el plato de comida en las instituciones de enseñanza es una de las razones más fuertes de la presencia de los niños y que baje la tasa de ausentismo. Eso es claro ya que luego de que el almuerzo escolar acaba, ya que normalmente dura pocos meses, las tasas de ausencias de los escolares vuelve a subir.
En vez de buscar ampliar ese derecho, hacerlo más eficiente, de que llegue a todas las escuelas públicas, todo el año, desde la Concertación proponen echar por tierra una política pública que tiene altísima eficacia como ayuda de la presencia de los niños y niñas en las escuelas.