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jueves, mayo 9, 2024

Un argentino habría modificado su identidad de género para poder jubilarse

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Hace seis meses, Sergio Lazarovich, un argentino de la Provincia de San Juan, decidió hacer el trámite de cambio de género. Ahora su nombre es Sergia y es legalmente una mujer. Hasta aquí, nada raro.

En la República Argentina el cambio de género es un trámite meramente declarativo: depende de la «autopercepción» del ciudadano. Lo ampara la Ley N° 26.743, sancionada en 2012. Sólo basta con completar un formulario con el género con el cual la persona se identifica. No se necesita ni un certificado psicológico ni una operación quirúrgica, como en otros países. Es un trámite simple y rápido, demora 15 días en registrarse.

Ahora bien. Según informa el diario argentino Clarín, el caso de Sergia es más complejo, porque ella -que tiene todos los aportes jubilatorios necesarios-  se quiere jubilar a los 60 años, como indica la ley jubilatoria para las mujeres, y no a los 65, como corresponde para los varones. Parece lógico.

El problema es que sus ex compañeros de trabajo denunciaron que Sergio nunca fue femenino ni tuvo gestos afeminados. Además se casó dos veces con mujeres. Por eso lo denunciaron ante las autoridades: creen que quiere sacar ventaja de la ley para jubilarse 5 años antes.

Es por ello que la Agencia Nacional de Seguridad Social (ANSES) de Argentina, organismo que otorga las jubilaciones, está investigando el caso, averiguando si no se trata de una maniobra de fraude.

A raíz de las acusaciones, Sergia declaró que: «Me cambié de género porque tengo una convicción. Lo hice porque estoy convencido, las motivaciones son mías y no tengo que explicarle nada a nadie«. De acuerdo a la ley de identidad de género, esa razón basta.

De todas maneras, llama la atención que Sergia continúe hablando de sí misma en masculino y no quiera utilizar el femenino (dice estar «convencido» en lugar de «convencida«). Pero ese no es un requisito a cumplir para ser mujer en la Argentina.

En cuanto al colectivo de travestis y transexuales de la Argentina (ATTA), ellos defienden a Sergia. Según  Clarín, desde ATTA comunicaron que «Ella no necesita más que su autopercepción para hacerlo. ¿Cuál sería el problema de que decida comenzar a vivir como se autopercibe a los 60 años, aún casado, con hijos y una vida supuestamente armada para esa sociedad patriarcal, machista y binaria?»

En las redes sociales, muchos argentinos se indignaron por lo que consideran una «avivada». Otros lo aplauden por la misma razón.

Lo cierto es que para que haya igualdad de género, todos parecen estar de acuerdo en que hay que unificar el requisito de edad para jubilarse, pero los políticos quieren aprovechar para subírsela a las mujeres en lugar de reducírsela a los hombres.

¿Creés que Sergia merece su jubilación o  que está «tomando por boludos» a todos?

Foto de portada: Clarin.com

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