Al menos ocho personas resultaron muertas durante las jornadas de protestas originadas por la suba del precio del boleto de metro. Manifestaciones apuntan ahora al sistema económico que hizo que Chile sea una de las naciones con mayor índice de desigualdad.
Tres personas resultaron muertas luego de que un edificio saqueado fuera incendiado, dijo el gobernador de Santiago, la capital del país; donde más tarde, cinco personas más fueron encontradas muertas en el sótano de un almacén incendiado.
El ejército chileno declaró el toque de queda nocturno para el domingo por la noche mientras el gobierno luchaba por contener las violentas protestas que comenzaron el lunes después de que se anunciara un aumento del 4% en las tarifas de transporte público.
Los estudiantes reaccionaron organizando protestas, que involucraron a miles de jóvenes que descendían a las estaciones de metro en Santiago y en señal de protesta estas multitudes saltaban sobre los molinetes, evadiendo de esa forma el pago de las tarifas, lo que tuvo como consecuencia que cientos de miles de usuarios quedaran varados después de que se suspendieron los servicios.
Santiago de Chile cayó en el caos el viernes, cuando los disturbios dejaron varios edificios en llamas y cerraron el sistema de metro de la ciudad. Unos 10.500 policías y soldados han sido desplegados en las calles, mientras que desde los organismos de seguridad informan más de 1.400 arrestos.
En varias ciudades el domingo, los manifestantes incendiaron más autobuses, destruyeron estaciones de metro y se enfrentaron con la policía antidisturbios. Se impuso un toque de queda nocturno en las zonas de Santiago, Valparaíso, Coquimbo y Biobío.
Sebastián Piñera, presidente de Chile, anunció que cancelaría el aumento de la tarifa el sábado por la noche, «He escuchado con humildad la voz de mis compatriotas» fue lo señalado por el presidente chileno al momento de hacer el anuncio; que de igual manera no logró el cese de las manifestaciones ya que estas continuaron hasta el domingo.
Piñeira declaró el estado de emergencia y toque de queda el viernes, ya que los disturbios causaron daños de millones de dólares en las tiendas, edificios de oficinas y estaciones de metro, que según las informaciones preliminares tardarán varios meses en volver a estar operativas.
“Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible” fue lo señalado por Piñeira en un mensaje televisado, mientras los estudiantes convocaban nuevamente a mas manifestaciones para hoy, lunes.
Estas manifestaciones constituyen el peor estallido social de los últimos tiempos en Chile, que según muchos especialistas tienen como origen la creciente desigualdad entre ricos y pobres a pesar de ser una de los países más prósperos de la región en materia macroeconómica. Los manifestantes consideran que estas protestas forman parte de una reacción al sistema económico que excluye a millones de personas mientras favorece a una pequeña minoría.
