En su columna diaria, Paranaländer repasa algunas definiciones que ha dado la literatura sobre la mujer.
Por: Paranaländer
He reunido a lo largo de lecturas subrayantes algunas opiniones de celebridades literarias sobre la mujer. Omití las remanidas y misóginas del pasado, intenté enfatizar la poesía o la sorpresa de esas opiniones. Por la pudibundez parawayensis también dejé fuera lo de Bataille comparando a la mujer con un libro. Abstenerse de liberación dice uno de los 10 mandamientos del Sakyamuni el misógino, es tan fuerte y tan en contra de la imagen etérea y ñembo que rezuma el budismo que sí lo apunto por acá. La mujer, en universal y abstracto, es casi todo como veremos, es cosa, es voz, es narrativa oral, samsara por antomasia para Buda, celestiales, útiles, música, perfume, cantárida, brazo del Bien contra el Mal, tatuaje, literatura, seducción a distancia…
«Estatus de la mujer musulmana: le permiten hablar, contar historias como lo suelen hacer los hombres y, sobre todo, defenderse con sus relatos, con el poder de su lengua e imaginación, en el segundo caso, vía La Scherezade de Las mil y una noches y la favorita del sultán en Sandebar o Libro de los engaños».
«Se dice que las mujeres proceden del cielo (Tobas y Matacos del Chaco). De allí bajaron por una cuerda a objeto de robar alimento (animales). Un pájaro cortó la cuerda y las mujeres se vieron obligadas a permanecer aquí. Los hombres no tuvieron acceso a ellas hasta que Carancho‚ el héroe cultural, quebró sus dientes vaginales» (Métraux).
«Los jíbaros andan desnudos y con sus lanzas atacan a todo lo que no es jíbaro y lo matan‚ salvo a las mujeres. Las mujeres pueden serles útiles» (Ecuador, Michaux).
«Para ellos la mujer es una cosa. Ma chose, dicen los franceses de la mujer.
-La puta (juego de palabras entre “das Mensch”, puta, y “der Mensch”, el hombre, el ser humano, que en alemán solo difieren en el género). La humanidad es puta para los alemanes» (El Buscador de Almas, Georg Groddeck).
«Todo lo que no sea un color, un perfume o una música es una niñería. Una mujer es las tres cosas a la vez» (La hierba roja, Boris Vian).
«La mujer estéril puede elegir para su marido una esclava destinada para que el marido la fecunde sin tener el rango de concubina o de segunda esposa» (Código Hammurabi, apud Roger Caillois).
«La explicación que Nodier da, en su cuento El hombre y la hormiga, acerca del origen de la mujer es análoga a la que, en el mundo iranio, hace referencia a las fravartis, espíritus que eligieron venir a este mundo para ayudar al hombre en su lucha contra el mal, Ahrimán, representado por la sombra». (Joan Vernet)
«La mujer es araña y es topo, es gorrión y cantárida, es grillo y culebra» (Física del amor, De Gourmont).
«Entre los chulupies (Nivaclé) del Chaco paraguayo solo las mujeres se tatúan, usan un tatuaje por puntuación». (Branislava Susnik)
«Amo a las mujeres como a un poema sobre el que escribo un ensayo» (Danilo Kis).
«A Vinicius no le gustaban las mujeres feas, como aclara en su Receta de mujer; a Montaigne, en cambio sí las cojas, y a los mayas, las bizcas. Almad el Qalyubi, poeta egipcio, prescribe a su modo: que al sentarse parezca grande, al levantarse delgada y al caminar estremecedora. Que suscite admiración de lejos y de lejos seduzca» (Prosas incompletas, Eduardo Escobar).