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lunes, noviembre 25, 2024

Otto Gross y el rosario de orejas selknam

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Paranaländer escribe sobre Otto Gross, psicoanalista, psiquiatra y anarquista austríaco. Además de su labor teórica y clínica, se unió a la comunidad utópica de Ascona (Monte Verità)

 

Por: Paranaländer

Patagonia (selk’nam), Monte Verità (Hesse), Psicoanálisis (Freud, Jung), anarquismo (Stirner), dadá (Hugo Ball, Raoul Hausmann y Hannah Höch,), drogas (opio, morfina, cocaína), Conan Doyle (su padre autor del “Manuel del juez” fue un pionero de la criminología moderna y se carteaba con el padre de Sherlock Holmes) … Son los hitos del itinerario vital de Otto Gross. Afirmó, en un revoltijo de Stirner y paganismo, que nuestras sociedades estaban pobladas por seres fantasmales, espectros odiosos y destructivos ignorantes de sí mismos, y que la tierra corría gran peligro porque todos habíamos olvidado qué es la matriz de la vida. Quería desatar las fuerzas de Eros. Hoy queremos presentarlo en su experiencia sudamericana como médico naval durante 6 meses en la línea Hamburgo-Sudamérica, justo el año de 1900, según la biografía novelada “Mon nom est Otto Gross” (Albin Michel, 2018) de Marie-Laure de Cazotte.

«Los cazadores matan en el lugar a los chenas Selk’nam o Kawestar en edad de procrear, le susurra Sergei, designándole una suerte de largo rosario que cuelga atrás de una montura. Cortan sus orejas como prueba y los granjeros pagan por el par.

Es todo tan sórdido que Otto no cree haber entendido. Pero se trata efectivamente de orejas ensartadas en un hilo.

– Los otros serán quizás enviados a la Isla Dawson donde serán tomados a cargo de los padres salesianos, agrega su compañero mostrándole discretamente los látigos con mango de plata que tres de los jinetes llevan sobre su montura. ¡Rebenques! Cuando ves eso, sabes que son argentinos y que la vida no tiene ningún valor para ellos. Siembran el infierno y creen siempre en el paraíso. Se imaginan en el Juicio Final, te lo juro. Mira alrededor del cuello de ese cazador, es una medalla de bautismo, patrón. Son más imbéciles que el último de los imbéciles: no saben nada de Jesús y toman la comunión en sus pantalones llenos de sangre. A penas se acuerdan haber tenido madre».

Otto Gross fue un psiquiatra austríaco nacido en 1877 y uno de los primeros seguidores del Psicoanálisis, aunque sus críticas a la escuela freudiana le supusieron ser excluido de ella a pesar de haber aportado varias teorías a la misma (Michel Onfray entiende la exclusión de Gross del movimiento psicoanalítico en parte por la envidia y el resentimiento que su sexualidad despertó en Freud y Jung).

Llegó a detentar la cátedra de Psicopatología en la Universidad de Graz, pero padeció severos problemas de adicciones a sustancias durante la mayor parte de su vida, los cuales motivaron diversos ingresos psiquiátricos, varios de ellos promovidos por su propio padre, jurista de gran prestigio.

Política y socialmente se le consideró afín al anarquismo (Stirner, Landauer “Todos los debates que suscita sobre el sexo son estúpidos y asustan a la gente. ¡El inmoralismo es un hobby burgués! Mientras estás delirando, mientras lames las chuletas de tu precioso «yo», los obreros y migrantes se desgastan bajo el yugo de los capitalistas; el proletariado es ofrecido como sacrificio a este ídolo maligno del dinero y sometido a la fea religión del poder. El emperador es un Saturno que devora a sus propios hijos y ¿tú te revuelcas en la fornicación?”).

Fue partidario del amor libre, tuvo numerosas amantes e hijos de varias de ellas; siendo el más insigne representante de la comuna anarquista «Monte Verità» (Hesse, Brod, Ball, etc.), una de las primeras comunidades “hippies” de la historia. «En Monte Verità, los sabios andan como los indios de la Patagonia, no visten nada, no quieren nada, no tienen nada. Están desnudos».

Por ahí pasaron Krishnamurti, Max Weber, Kafka, Lotte Chattemer, depresiva anarquista a quien psicoanalizaba entonces y a quien proveyó el veneno para su suicidio.

Vino a Sudamérica por 1900 como médico naval. Fue cercano a los dadaístas. Fue analizado por Wilhelm Stekel, ex freudiano también. En julio de 1917, se encontró con Kafka. En su libro «Cartas a Milena», Kafka relata sus intercambios con Gross. Murió en 1920 de neumonía, después de una crisis de abstinencia, a punto de cumplir los 43 años; había sido encontrado en una calle de Berlín desnutrido y con síntomas de congelación.

Es retratado en la peli de Cronenberg: «Un método peligroso» (2011). Su tesis médica de 1901 es Compendio de Fármaco-terapia para policlínicos y jóvenes médicos. El sociólogo Max Weber clamó urbi et orbi que el pensamiento de «Otto Gross no era más que una gran locura». Entre sus obras, la mayoría de edición póstuma, citamos «Revolución sobre el diván»(1988).

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