Paranaländer reseña «Basho», manga (cómic de origen japonés) consagrado a recrear la vida de Matsuo Basho, poeta nipón del siglo XVII, creador del haiku, forma poética breve que tiene como objeto lo evanescente.
Por: Paranaländer
Espejo de meses y días,
luna y sol son unos viajeros eternos
como los años que se suceden
MB
«Basho» es un manga de Naho Mizuki del 2012. Consulté la edición franxute de Hozhoni (2017), de 132 páginas. Es una iniciación a la vida y universo poético y metafísico del sabio del haiku, el considerado el más grande poeta del Japón, el peregrino Matsuo Basho (1944-1694), autor de “La senda estrecha del fin del mundo” (que mezcla hábilmente prosa y poesía). En la primavera de 1656 pierde a su padre y descubre el haiku, género poético excéntrico teñido de humor muy en boga entre los samuráis y mercachifles de la era Edo (1603-1688). El haiku es contracción de haikai no hokku, que devendría expresión reina del arte poético japonés con Basho.
Viajero impenitente, principalmente en los últimos diez años de su vida, Basho retorna regularmente a uno u otro de sus Basho-an (eremitas de banano), pequeña casa de madera aislada en plena naturaleza y adornada de un árbol de banano, en homenaje al nombre dado por sus discípulos, en referencia al desapego budista que él encarna y a la protección que ofrecen sus largas hojas agitadas por el viento. Su modelo espiritual fue el monje Saigyo (1118-1190), famoso, entre otras cosas, por el waka (género poético de 31 sílabas) que recitara: «Tal es mi deseo/morir en primavera/bajo los árboles en flor…/Sí, al segundo mes/ cuando la luna está llena…»
Protagonistas: Yozaemon Matsuo, padre de Basho, que le dio una educación muy estricta pensando en que llegara a ser un samurái. Muere cuando su hijo tenía 13 años. Sora Kawai, discípulo de Basho que acompaño al maestro en alguno de sus viajes que derivaron en libros. Sigan Kitamura, enseñó a Basho cómo escribir haikai. Lo primero, conocer las bases, sobre todo los clásicos como el Manyoshu (colección de poemas de diez mil hojas circa 760) y el Kokin Wakashu (circa 905).
En el Japón de los Edo, el individuo cambiaba de nombre en el curso de su vida, por eso Matsuo Basho de niño fue primero Kinsaku (nombre de nacimiento) y después Jinshichiro (nombre corriente).
En 1672 Basho deja Iga, su aldea natal, y va a Edo, donde el haikai (un haikai comporta dos partes: una en 5/7/5 sílabas y la otra en 7/7 sílabas. Es de la primera parte, llamada hokku, que es derivada el haiku), estaba floreciente. Allí conoce a colegas como Sanpu Sugiyama y Bokuseki Osawa que son afines al haikai pero Basho les explica que él tiene muchas dudas sobre el haikai por su rigorismo de prohibir las palabras nuevas y familiares y el respeto desmesurado por los clásicos. Que buscaba encontrar una forma de haikai más libre. Un nuevo haikai en un lugar nuevo (pues la escuela Teimon de haikai estaba afincada en Kioto). En suma, es el principio del haiku, obra de Basho. El estilo shofu de Basho va a estar basada en la escuela de Danrin (en Osaka).
