Kim Gordon (1953) es una cantante, bajista y guitarrista norteamericana, fundadora der la banda Sonic Youth. Paranaländer escribe hoy sobre el libro que recoge sus memorias, titulado «La chica de la banda».
«El matrimonio es una larga conversación, dijo alguien alguna vez,
y tal vez la vida de un grupo de rock sea igual»
Kim Gordon
Kim Gordon nacida en Rochester, Nueva York, en 1953 -hoy madre de una hija, Coco Gordon Moore, artista, crítica de arte- publicó sus memorias en 2015 con el título timorato de «La chica de la banda»: la chica de Sonic Youth, la bajista, la cantante…por 30 años.
Leí este libro primero con mi paupérrimo inglés cuando salió, luego en portugués, ha llegado la hora de paladearlo en español. Sonic Youth, la banda más importante de los 90 surgida en los 80. Oh, años noventeros que ya nunca volverán (parafraseando la canción rusa popularizada por Mary Hopkins, hit preferido de Cioran cuando bajaba a los cafés parisinos), entonces esta banda novayorquina era una de las que formaban el humus musical de esos idos años. El último concierto fue en Itu, São Paulo (Brasil), después de pasar por Perú, Uruguay, Buenos Aires y Chile.
Allí inicia el libro:
«Era un lugar extraño para que las cosas llegaran a su fin». «Tras veintisiete años de matrimonio, lo nuestro había fracasado». «Thurstone Moore, a los cincuenta y tres años, seguía siendo aquel chico desgreñado y flaco de Connecticut que había conocido en un club del centro de Nueva York cuando él tenía veintidós años y yo, veintisiete». «Aunque Sonic Youth siempre había sido una democracia, todos desempeñábamos un papel. Al primer contrato con Geffen Records, nos dimos cuenta de que, para las discográficas de altos vuelos, la música importa, pero el aspecto de la chica es determinante. La chica afianza el escenario, atrae la mirada masculina». «La nota de prensa emitida un mes antes por nuestra discográfica, Matador, no decía gran cosa: Los músicos Kim Gordon y Thurston Moore, casados en 1984, anuncian su separación». «De algún modo, con ayuda del Xanax, logré salir adelante; era la primera vez que lo tomaba durante el día.» «Ahora que ya no vivo en Nueva York, no sé si podría instalarme allí de nuevo. Todo aquel idealismo de chica joven le pertenece ahora a otra persona». «No fue hasta que vi la película Chinatown que supe que debajo de Los Ángeles no había más que un desierto». «La especialidad académica de mi padre era la sociología en el ámbito de la educación. En Rochester, había centrado su doctorado en el sistema social de las escuelas secundarias norteamericanas. Fue la primera persona en poner nombre a distintos grupos y arquetipos de la edad escolar —preps, jocks, geeks, frikis, teatreros, etc.—, y entonces la UCLA lo contrató para crear un currículo académico basado en su investigación». «Para un proyecto, yo y un grupo de amigos decidimos formar una banda. La bautizamos Below the Belt, y la formación era yo, una chica canadiense llamado Rae, Willie en la batería común y los dos exiliados de ( de Los Blops,) Chile, Felipe en la guitarra y Juan Pablo en el bajo. Rae y yo cantábamos y tocábamos la pandereta. En sus pantalones apretados de satén verde los chilenos estaban mucho más cerca de los Rolling Stones en apariencia y perspectiva de que el resto de nosotros, más despreocupados de todo el asunto. Nuestro segundo show fue en el Festival de Cine de Ann Arbor». «Bueno, el problema es que tendríamos que cambiar demasiado nuestra música. Tendríamos que empezar a llevar pelucas largas y sombra de ojos y pantalones brillantes». «Yo echaba de menos aquel padre que me había regalado un libro de poemas de Emily Dickinson, con una bonita dedicatoria, en mi decimosexto cumpleaños, aunque Dickinson me pareciera cursi». «Ser «auténtico» era un ideal de los años sesenta». «La actitud de la música no wave era —y es— más bien del estilo: «No, nosotros sí que estamos destruyendo el rock». Su absoluta libertad y fervor me llevaron a pensar: «Yo también puedo hacer algo así». «En las relaciones masculinas, la distancia era importante. Cara a cara, los hombres solían tener poco que decirse entre sí. Encontraban cierta proximidad al concentrarse en un tercer elemento ajeno a ellos mismos: la música, los videojuegos, el golf, las mujeres». «Tras la publicación de mi artículo, Dan Graham me preguntó si me interesaría montar un grupo formado exclusivamente por chicas para reescenificar una de sus performances más conocidas, Performer/Audience/Mirror, la cual examinaba e invertía la relación que se establece entre el intérprete y el público».
Aquí se puede ver el último concierto de Sonic Youth (Brasil, 2011);
