Paranaländer presenta y recomienda dos películas de cine noir: «Reto al Destino» del realizador Robert Wise (EE.UU., 1959) y «Últimos días de la víctima», de Adolfo Aristarain (Argentina, 1982). Dos películas que hacen de la perversidad su centro descentrado.
Por: Paranaländer
Dos películas, la primera noir del fin de la época dorada, 1959, noir con toque perverso, en blanco y negro, música sublime de Harry Belafonte cantando sus penas negras, ludópata que ha perdido hasta a la familia por tal afición a las cartas, y el otro personaje, Robert Ryan, que ha salido de la cárcel recientemente, ha vuelto a la casa con su esposa, pero sigue sin poder conseguir trabajo, y en esa espera de perdedor la vecina Gloria Graham, la neurotic girl par excellence del cine negro americano, lo acosa no solo por un momento de lujuria, sobre todo, por una desesperante sed de conocimiento .
La segunda película es argentina, por la escena que escogimos, también muestra su condición rotunda de ser noir, pero camina más por otros senderos, diría austerianos, el Auster de la Trilogía de Nueva York, el vigilante vigilado, la escenificación de un mundo donde el que mira termina siendo el mirado, el objeto del control de una mirada más profunda y oculta, planteando un laberinto casi metafísico del mundo.
“Odds Against Tomorrow” (1959) de Robert Wise. En español “Reto al destino”, “Homens em Fúria” en portugués. En el minuto 53 de la peli se produce el diálogo en la escena en que Gloria Grahame pregunta a Robert Ryan cuál era la sensación de matar a un hombre:
– Quisiera preguntarle una cosa, seriamente, pero prométame que no se va a enojar. ¿Qué sintió cuando mató a ese hombre? Disculpe, yo soy una estúpida por preguntar.
– Mira querida, te digo una cosa, querés saber realmente que sentí, aunque lo maté sin querer, lo disfruté, odiaba a ese tipejo.
“Últimos días de la víctima” (1982) de Adolfo Aristarain, en el minuto 25, Vienna (Mónica Galán), la puta rutera, que acepta su destino gris de coger con camioneros secos, le pregunta a Mendizábal (Federico Luppi):
– Son raros ustedes dos (el otro es Gato, Ulises Dumont), no parecen de la pesada. ¿Alguna vez mataste a alguien?, ok, pregunto demasiado, ¿Pero qué se siente matar a alguien?
Luppi desmonta y banaliza la fiebre sexual que despierta en ella estar ante un asesino:
– Lo mismo que ustedes cuando se acuestan con un tipo, la primera vez molesta, después le agarran el gusto.
https://www.youtube.com/watch?v=lCeyt_mMC4o
En suma, dos películas que hacen de la perversidad su centro descentrado, su búsqueda del conocimiento es poco ortodoxa, se interna en los vericuetos de la psicología profunda, en el mundo del fuera de la ley y fuera de la normalidad al mismo tiempo, fascinado por hazañas no reservadas aparentemente para el hombre común, ese nada que paga impuestos y muere tranquilamente día a día.
