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domingo, mayo 5, 2024

Bad trip progre o kaput a Occidente

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La Escuela de Frankfurt y la corrección política”, escrito por Michael Minnicino en 1992, es una de las joyas de la “teoría conspirativa marxista” que influyó en el terrorista de derechas Anders Breivik y trata de explicar las fuentes del progresismo actual.

 

Por: Paranaländer

 

Hay varias obras que diagnostican los años de la post- segunda guerra mundial como momento del viraje hacia un ethos anticapitalista-comunistoide-progre-políticamente correcto como una nueva forma de autoritarismo o puritanismo que se quería en principio destronar. Cito dos ahora: “Homo atomicus” (1961) de H.A. Murena y “Las partículas elementales (1998) de Michel Houellebecq. Una forma paródica, extrema, conspirativa de esa idea se halla en un ensayo titulado “La Escuela de Frankfurt y la corrección política”, escrito por Michael Minnicino en Fidelio, una revista del Instituto Schiller (1992), una de las joyas de la “teoría conspirativa marxista” que influyó en el terrorista de derechas Anders Breivik (responsable de la muerte de setenta y siete noruegos en julio de 2011, y que dejó tras de sí un manifiesto de 1.513 páginas titulado “2083: una declaración de independencia europea”, culpando al marxismo cultural de la supuesta islamización de Europa). Narra la paradoja de que teóricos atiborrados de ideas freudomarxistas fueron empleados y financiados por la CIA y análogos (OSS) y fundaciones de billonarios como Rockefeller para desarrollar sus ataques a sus enemigos capitalistas (ergo, autoritarios). La “Guía de desnazificación (1944) en cuya redacción estuvo implicado Marcuse sería el modelo “bíblico” de la cultura de cancelación actual. A continuación, algunos fragmentos de la suculenta exposición de Minnicino sobre cómo la Escuela de Frankfurt (gurús de una especie de masonería de la fealdad) había destruido Occidente.

“Los estudiantes de la Universidad de Virginia recientemente (1990) solicitaron con éxito eliminar la exigencia de leer a Homero, Chaucer y otros «Varones Europeos Muertos», porque tales escritos son considerados etnocéntricos, falocéntricos, y generalmente inferiores a los autores «más relevantes» del Tercer Mundo, femeninos u homosexuales”.

“Así, se nos dice, la estructura de cuerdas del Beethoven tardío se esforzaba por ser atonal, pero Beethoven no podía permitirse conscientemente romper con el mundo estructurado de la Europa del Congreso de Viena (que es la tesis de Adorno); del mismo modo, Schiller realmente quería declarar que la creatividad era la liberación de lo erótico, pero, como un verdadero hijo de la Ilustración y como Immanuel Kant, él no podía hacer la necesaria renuncia a la razón (que es la tesis de Marcuse). La epistemología se convierte en una pobre relación de opinión pública, ya que el artista no crea conscientemente obras a fin de elevar a la sociedad, sino que en cambio transmite inconscientemente las presuposiciones ideológicas de la cultura en la cual él nació. La cuestión ya no es lo que es universalmente verdadero sino lo que puede ser plausiblemente interpretado por los auto-designados guardianes del Zeitgeist”.

“El análisis de Adorno y de Benjamin representa casi la base teórica entera de todas las tendencias estéticas políticamente correctas que ahora plagan nuestras universidades. El post-Estructuralismo de Barthes, Foucault y Derrida, la Semiótica de Eco, el Desconstructivismo de Paul DeMan, citan a Benjamin como la fuente de su trabajo”.

“Los lectores indudablemente han oído alguna u otra historia de horror sobre cómo un Departamento de Estudios Afro-Estadounidenses ha procurado que se establezca una prohibición de Otelo, porque es «racista», o de cómo un profesor feminista radical dio una conferencia en una reunión de la Modern Language Association sobre las brujas como las «verdaderas heroínas» de Macbeth. Estas atrocidades ocurren porque los autores son capaces de demostrar plausiblemente, en la tradición de Benjamin y Adorno, que la intención de Shakespeare es irrelevante; lo que es importante, es el «subtexto» racista o falocéntrico del cual Shakespeare era inconsciente cuando él escribió”.

“Cuando el Departamento de Estudios de la Mujer o del Tercer Mundo organiza a los estudiantes para que abandonen a los clásicos en favor de autores Negros y feministas modernos, los motivos dados son puro Benjamin. No es que estos escritores modernos sean mejores, sino que ellos son de alguna manera más verídicos, porque su prosa alienada refleja los problemas sociales modernos de los cuales los autores más antiguos eran ignorantes”.

“A partir de esas mediciones fueron construídas diversas escalas: la Escala E (etnocentrismo), la Escala PEC (conservadurismo político y económico), la Escala A-S (anti-semitismo), y la Escala F (fascismo). Usando la metodología de Rensis Lickerts para evaluar resultados, los autores fueron capaces de obtener una definición empírica de lo que Adorno llamó «un nuevo tipo antropológico», la personalidad autoritaria. La prestidigitación aquí, como en todo el trabajo de revisión psicoanalítica, es la suposición de un «tipo» Weberiano. Una vez que dicho tipo ha sido estadísticamente determinado, todo el comportamiento puede ser explicado; si una personalidad anti-semítica no actúa de un modo anti-semítico, entonces ella tiene una segunda intención para actuar, o está siendo discontinua. La idea de que una mente humana es capaz de una transformación, es ignorada”.

“A pesar de su indemostrable tesis central de «tipos psicoanalíticos», la metodología de evaluación interpretativa de la Escuela de Frankfurt llegó a ser dominante en las ciencias sociales, y permanece esencialmente así hoy”.

“Hoy, los hombres y las mujeres que dirigen las redes emisoras, las agencias publicitarias y las organizaciones de encuestas, incluso si ellos nunca han oído hablar de Theodor Adorno, creen firmemente en la teoría de éste de que los medios pueden, y deberían, convertir todo lo que ellos tocan en «fútbol». La cobertura de la Guerra del Golfo de 1991 debería dejar claro aquello”.

“En 1944 Marcuse, Neumann y Kirchheimer escribieron la Guía de Des-Nazificación, que fue publicada más tarde para los oficiales de las Fuerzas Armadas estadounidenses ocupantes de Alemania, para ayudarles a identificar y suprimir comportamientos a favor de los nacionalsocialistas”. La clave del programa entero de la Escuela de Frankfurt  es la «liberación» del eros aristotélico, para hacer que el individuo experimente estados psicológicamente primarios.

“Los libros de Reich, quien había afirmado que el Nacionalsocialismo había sido causado por la monogamia, fueron reeditados”.

“Los herederos de Marcuse y Adorno dominan completamente las universidades, enseñando a sus propios alumnos a reemplazar la razón por ejercicios rituales Políticamente Correctos».

“La cacería de brujas en los recintos universitarios de hoy es simplemente la puesta en práctica del concepto de Marcuse de la «tolerancia represiva» —«tolerancia hacia los movimientos de la Izquierda, pero intolerancia hacia los movimientos de la Derecha»— ejecutada por los alumnos de la Escuela de Frankfurt, que ahora se han convertido en los profesores de los estudios sobre la mujer y sobre los afro-estadounidenses”.

 

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