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domingo, abril 28, 2024

La Madama Lynch de Arturo Bray

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En “Hombres y Épocas del Paraguay (1957) de Arturo Bray, se describe la tormentosa y trágica vida de la mujer del Mariscal López, Elisa Lynch, llamada Madama, casi siempre en tono imparcial y neutro, aunque al mismo tiempo el autor es incapaz de sustraerse a compararla con otras mujeres excesivas y paradigmáticas de la historia y la tradición como Eugenia Montijo, Manuelita Sáenz, Teodora de Bizancio y hasta María Magdalena.

Por: Paranaländer.

 

Hombres y Épocas del Paraguay (Parte segunda),Buenos Aires 1957, de Arturo Bray, a pesar de su título, le dedica un capítulo a Madame Lynch (codo a codo con Hernandarias, Fulgencio Yegros, José Berges, Benigno Ferreira y Monseñor Bogarín).

Elisa Alicia Lynch tuvo 5 hijos con el Mariscal y vivió 50 años (Su hombre, el héroe por antonomasia de nuestra historia, apenas 44 años, si me salen bien las cuentas). Enterró al primogénito, Juan Francisco, aka Panchito, junto a su padre en Cerro Corá. Pararse a pesar que crió a los 4 cuatro hijos (Carlos Honorio, Federico Lloyd, Enrique Venancio yLeopoldo, que al igual que sus nietos, adoptaron como apellido el nombre de pila Solano) de nuestro héroe (y a Rosita Carreras, la hija del Mariscal con otra mujer). Se había casado ella temprano a los 15 años (nació en 1835), en un matrimonio arregladocon Xavier Quatrefages, médico militar y sobrino del antropólogo Jean Louis Armand de Quatrefages (cuyo apellido da para muchas erratas bufonescas).Conoció al Mariscal en 1854 en París (ella vivía en Rue Richer, él en la Maison Meuble Américaine), a los 28 años, quien la sedujo con su francés chapurreado de yopará. Leía a Shakespeare y Walt Whitman sobre los cuales conversaba en su salón asunceno (manzana actual entre Mcal. Estigarribia,Gral. Franco, Yegros e Iturbe, donde estuvo medio siglo el Colegio Nacional de la Capital) con Washburn, ministro norteamericano en la ciudad. Era rubia de ojos azules -robado a los matices del cielo según Héctor Varela-. Un oficial inglés notó un parecido físico con Eugenia de Montijo. El Semanario -periódico del gobierno, farisaico en materia moral– jamás hizo alusión a la mujer del Mariscal. Montaba a horcajadas y la aldea asuncena se escandalizaba a su trote. Doña Juana Pabla Carrillo de López era la señora, ella siempre fue la madama. Antes de la guerra, jamás habitó bajo el mismo techo que Solano López. Se veían en la residencia veraniega de Patiño, después que el Mariscal terminaba la revista en los acantonamientos de Cerro León. Otro contertulio de la Madama fue José Eduvigis Díaz, a quien había de cerrar los ojos en Paso Pucú. Cuando la guerra estalló, abandonó Asunción para acompañar a López, durante cinco años, desde Paso Pucú hasta Cerro Corá. Solía llamar mis hijos a los soldados. Bray desmiente que usara uniforme como la favorita de Bolívar(Manuelita Sáenz, que con el grado de coronel, así misma otorgado, y vestida de húsar, manejaba la espada) y que pasara revista a la tropa y, sobre todo,el infundio de que fue herida en Lomas Valentinas. Adoptó el lema de los Sforza: Tale a ti quale ad mi(Tanto para ti como para mi).

Yo represento el escándalo, dijo alguna vez. En Exposición y protesta, Buenos Aires, 1875, escribió: no por eso dejo de aceptar la responsabilidad que quiera dárseme en la defensa que el pueblo paraguayo hizo de sus derechos y territorios. La supuesta sombra maléfica de la señora Lynch no aparece en ninguno de los testigos,que luego escribieron, tan poco generosamente, sobre ella y Francisco Solano: Thompson, Masterman, Fix, Burton, Washburn. McMahon sostiene que era muy respetada y querida por la gente del pueblo, se entiende, no por las señoras pitucas asuncenas que la despreciaban por traer hijosbastardos al Paraguay. Este ministro norteamericano Gral. McMahon fungió de testigo del testamento protocolizado del 23 de diciembre de 1868, en el cuartel general de Pykysyry, en que el Mariscal ponía en sus manos sus caudales.

Al terminar la guerra, fue trofeo de guerra: Madame e quatro filhos entrao no numero dos prisioneros, e sao tropheos preciosos deste triumpho (Alfredo de Escragnole, Campanha do Paraguai).

En Londres, sus hijos se educaron en el Colegio Saint Joseph de Croydon, mientras ella hizo su peregrinaje a Jerusalén.

Reclamó sus bienes en La Tribuna y La Reforma, pero el abogado español contratado por el estado, Ramón Zubizarreta, subsecretario de guerra y marina en 1872, se expidió contra la reclamación.

En Buenos Aires, Guido y Spano la protegió de los hurreros. El presidente Gill, que le había prometidoayudar para recuperar sus bienes, cuando ella vino a Asunción para solventar sus reclamos, no lo recibió y quiso abusar de ella invitándola de noche a su casa.

Murió sola el 25 de julio de 1886 en Paris. Su lápidade Père Lanchaise rezaba: Elisa Alicia Lynch de López, y estaba coronada por el escudo paraguayo en relieve y en colores.

Bray, casi siempre imparcial, sin embargo, no desiste de relacionarla con Teodora de Bizancio y Maria Magdalena.

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