¿Cómo podemos definir la tristeza? ¿Cómo la nostalgia? ¿Cómo la ternura? Una de los sentimientos más difíciles para la literatura es la nostalgia, y otro es la ternura.
Por: Derian Passaglia
Mariano Blatt escribe el poema “Lo que le tocó en vida” con cuatro o cinco palabras, y repite dos o tres. El poema es largo y corto a la vez. Es largo porque ocupa ocho páginas y es corto porque los versos no tienen más de dos palabras, entonces la lectura es rápida y suena como seca y cortante en voz alta. En las lecturas públicas, Mariano Blatt lee como un autómata, y su voz robótica vuelve al verso claro y ajeno, como si fuera un idioma distinto al castellano. Lee como el traductor de Google.
El poema entero cuenta una historia triste y nostálgica, hermosa, sentida y tierna. Todos estos sentimientos no están en el poema, son lo que el poema despierta. Es medio indefinible, y de ahí su encanto. ¿Cómo podemos definir la tristeza? ¿Cómo la nostalgia? ¿Cómo la ternura? Una de los sentimientos más difíciles para la literatura es la nostalgia, y otro es la ternura. La nostalgia es un efecto y para producirlo algunos escritores no tienen verguenza en dar golpes bajos. Cuando un personaje es tierno, por ejemplo, el autor pareciera condescendiente con sus criaturas, como si los mirara de arriba, de arriba hacia abajo, en una posición de superioridad. Al poema de Mariano Blatt no le importa nada de esto, es tierno y nostálgico y que los demás la sigan mamando.
La historia es la de un animalito, símbolo de un pibe de barrio que se junta con otros animalitos en un murito, símbolos de una banda de amigos que se junta en una esquina. El yo que escribe lo hace desde un recuerdo fugaz y repentino, como si se acordara de algo que vio en las calles de la ciudad como una manifestación divina: se acuerda de unos pibes, unos animalitos que vio en un murito y pensó en la vida que llevarían, todo esto mientras andaba en bici, todo esto en la noche posterior, o en la siguiente, al momento en que se manifestó la poesía dentro de su corazón, y por eso la nostalgia. Es como una nostalgia de algo no vivido, ¿quién no quisiera estar en una esquina, viendo pasar el tiempo, con otros animalitos sentados en un murito?
El porro es importante en la poesía de Mariano Blatt. En este poema, el porro viene de Paraguay y es lo que une a los personajes a través de la amistad. Uno de los valores más privilegiados en la poesía de Blatt es la amistad, porque sin amistad no habría belleza ni poesía, y la poesía es lo que posibilita la vida. La ternura viene de las palabras, como en la palabra “murito”, “animalitos”, diminutivos que vuelven a los objetos grandes en su tamaño diminuto, como si fueran observados con un microscopio. “Lo que le tocó en vida” tiene uno de esos finales que a fuerza de repetir estribillos parecen himnos: canciones de canchas épicas en el clásico de barrio de un sábado lluvioso. Acá se lo puede ver a Mariano recitando el poema: https://www.youtube.com/watch?v=qawXwzrQly4&ab_channel=EmmanuelCalavera. Y acá se lo puede leer: https://latinta.com.ar/2018/04/lo-que-le-toco-en-la-vida/
