30.8 C
Asunción
domingo, noviembre 24, 2024

El conde Russell y su alumno T.S. Eliot

Más Leído

Paranaländer junta en una misma columna a un filósofo antimetafísico, pacifista y ateo como Russell junto a un poeta antipacifista y cristiano como T. S. Eliot.

 

Por: Paranaländer

 

El segundo tomo de “La autobiografía de Bertrand Russell 1914-1944 (1951), contiene cartas del poeta T.S. Eliot y de la madre de éste, y nos permite adentrarnos en esa amistad entre filósofo y poeta.

“Un día de octubre de 1914 me encontré con T. S. Eliot en la Calle New Oxford. No sabía que estaba en Europa, pero descubrí que había venido a Inglaterra desde Berlín. Naturalmente, le pregunté qué pensaba de la guerra. «No sé», respondió, «solo sé que no soy pacifista». Es decir, consideraba cualquier excusa suficientemente buena para el homicidio. Me hice gran amigo de él, y posteriormente de su esposa, con quien se casó a principios de 1915. Como eran desesperadamente pobres, les presté uno de los dos dormitorios de mi departamento, con el resultado de que los vi mucho. Los quería a ambos y me esforcé por ayudarlos en sus problemas hasta que descubrí que sus problemas eran lo que ellos disfrutaban. Tenía algunos beneficios por un valor nominal de 3000, en una empresa de ingeniería, que durante la guerra naturalmente se dedicó a fabricar municiones. Estaba muy desconcertado en mi conciencia sobre qué hacer con estos bonos, y finalmente se los di a Eliot. Años después, cuando terminó la Guerra y ya no era pobre, me los devolvió”.

El conde Russell, pacifista, y de una ética muy puritana que no le permitía aceptar dinero que no había ganado con su propio esfuerzo, ya había heredado de sus padres y, cuando la abuela también le legó dinero, lo donó a la Universidad de Cambridge y otras instituciones.

Eliot había sido alumno en Harvard de Russell. Después el conde inglés llegó a considerarlo casi como un hijo.En la época de profesor describe al poeta como “Él es el tipo de estadounidense Miss Sands”. Miss Sands era una mujer de Nueva Inglaterra muy culta, pintora y amiga de Henry James y Logan Pearsall Smith.

La madre de Eliot, la señora Charlotte C. Eliot, en una carta a Russell, le confiesa, al profesor de filosofía de su hijo, que tiene más esperanzas de que Tom tenga  un halagüeño futuro en filosofía (tesis sobre Bergson si no me falla la memoria) antes que como poeta de versos libres. Evidentemente la madre no tenía una visión profética muy acertada.

Russell sí valoraba la obra poética de Eliot. En alguna ocasión incluso pensó en usar una línea de un verso eliotiano para titular un libro. (Se llamará “El otro reino de la muerte”, de la línea de T. S. Eliot «¿Es así en el otro reino de la muerte?»).

Hay una carta de Eliot despachada de su dirección de 9, Clarence Gate Gardens NW1 del 15 de octubre de 1923, donde se habla de una carta de Russell elogiando su obra maestra del año 1922, “The Waste Land” (La tierra estéril):

“Estimado Bertie:

Me ha encantado recibir tu carta. Me da mucha satisfacción saber que te gusta “The Waste Land” y especialmente la Parte V que en mi opinión no solo es la mejor parte, sino la única parte que justifica el todo. Significa mucho para mí que te guste”.

Más Artículos

Últimos Artículos