Todo es heroico en Top Gun Maverick porque los yanquis fueron los únicos capaces de recuperar la herencia de los griegos antiguos de una forma nueva. Por: Derian Passaglia
Top Gun Maverick, como la primera Top Gun, la de 1986, es una película esencialmente masculina, o dirigida mejor a un público masculino. La original la dirigió Tony Scott, el hermano no tan conocido del más conocido Ridley Scott. Tony Scott se suicidó en 2012 de un salto desde el puente Vincent Thomas en el puerto de San Pedro, en el distrito de Los Ángeles, California. La película está dedicada a él. Tony Scott dirigió una de mis películas favoritas, True romance.
El alma de la película es Tom Cruise. ¿Existirá alguna persona en el mundo que no ame a Tom Cruise, que no lo quiera? Parece algo imposible, todo el mundo ama a Tom Cruise. ¿Será, tal vez, esa mirada segura de ojos achinados? ¿El pelo firme, las nuevas arrugas, el lunar en el cachete, la sonrisa de que todo va a estar bien? Tom Cruise es un piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América y tiene una ética rígida e implacable: podría haber subido de rango por su talento natural, pero prefirió quedarse como simple capitán. Sus superiores están desconcertados, ¿quién es este tipo? ¿Este veterano que ya está más para el retiro que para manejar aviones?
Le asignan una misión pero no en la batalla, sino como maestro instructor de los jóvenes talentos de la aviación. Ojo, hay una mujer y un nerd dentro de los elegidos, dentro de los mejores aviadores de la fuerza. Tom Cruise tiene su momento de duda, inusual pero constitutivo del héroe, porque él no quiere enseñar, no es profesor, quiere estar en el cielo, entre las nubes, viajando a una velocidad supersónica arriba de un avión de caza…
Todo es heroico en Top Gun Maverick porque los yanquis fueron los únicos capaces de recuperar la herencia de los griegos antiguos de una forma nueva, dos mil años después, y de volverla también política. Se canta, oh diosa, la cólera del pélida Tom Cruise, el de los pies ligeros, y la batalla de los aqueos contra los troyanos, y la victoria de una nación que jamás será vencida.
