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jueves, mayo 16, 2024

Ahmad Shamlu guaranizado

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Paranaländer extiende su ansia expansionista del guaraní apropiándose esta vez del poeta persa de vanguardia Ahmad Shamlu (1925-2000), uno de los fundadores de la Nueva Ola Iraní.

 

Ahmad Shamlu nació (1925) y murió en Teherán (2000). Fue un poeta de vanguardia que nunca cesó en su búsqueda de nuevas formas de dar sentido poético a la vida, tanto a la suya como a la de sus semejantes, y uno de los fundadores de la Nueva Ola iraní (junto a Sadiq Hidayat, Nima Youshij, Ismail Khoi, Menhdi Akhavan-Sales). En los años 70, de visita por Estados Unidos, decía que preferiría ser recordado y juzgado como el poeta de colecciones como «Ai’da en el espejo», «Floreciendo en la niebla», «Fénix bajo la lluvia», «Elegías de la tierra» y «Abraham en el fuego» que como autor de poemas anteriores y mucho más famosos, en particular «Las hadas» y «Poesía que es Vida”. También declaraba la fuente de su poesía. “Creo que mi poesía se origina en mi anhelo reprimido por la música, de la misma manera que los patrones de baile de las alfombras persas tienen su origen en un deseo nacional por la danza y la música que el Islam había suprimido”. Advertía contra aquellos que en vano pretendían ordenar sistemáticamente un mundo innatamente desordenado, y pensaba que fulminarlo es la obra específica de la poesía. Gustaba de convertir a la escritura en el negocio ilegal de lo irreal (el lenguaje de la anti universalidad).

A continuación van los poemas traducidos al guarani (uno) y en español (el resto, unos 7 fragmentos).

 

Aquí no hay puerta,

ni camino,

ni noche,

ni luna,

ni día ni sol,

Estamos parados fuera del tiempo

con un cuchillo amargo en nuestro costado

nadie habla con nadie

Porque el silencio habla en mil lenguas.

 

Ko’ápe ndaipóri okë

ha tape

ha pyhare

ha yacy

ha ára ha kuarahy avei

Ñaime ñañembo’y araokápe

petei kyse asyete ñande yképe

avave noñe’ëi avavendi

kirirï oñe’ëgui  hetaiterei ñe’e

Nací sin raíces, sobre tierra salada, en un desierto más lejano que los recuerdos polvorientos de la última hilera de palmeras, a la orilla del último río seco.

 

Sin embargo, no fue ni Dios ni Satanás

sino mas bien fue un idolo el que compuso tu destino

un ídolo a quien otros adoraban

un ídolo a quien los demás adoraban.

 

 

Ya no anhelo un viaje

Ya no me atrae el aire de un viaje

El tren que pasa en medio de cada noche

gimiendo por mi pueblo

ya no constriñe mi cielo.

Y el camino que se extiende más allá de los lomos del puente

ya no transporta mis deseos hacia otros horizontes

 

 

El tema del poeta clásico

no era el de la vida.

En los cielos secos de su imaginación,

conversaría solo con su vino y amante

atado a sus fantasías día y noche

 

En otras palabras, la existencia del poeta no tuvo impacto

Su ser o no ser no hizo ninguna diferencia

Su poesía no podía justificar la construcción de una horca.

 

Si hubiera confiado en la veracidad de mi vista,

hubiera reconocido hace mucho tiempo

que la imagen reflejada en la translucidez del cielo

no es más que mi propia imagen remota

 

 

A tus hombres prefiero asesinos

A tus mujeres prefiero  prostitutas

En la estela de un Dios que abriría las puertas del cielo a los de tu especie,

Sería más feliz con la condenación eterna.

 

 

Las versiones al  inglés de los poemas de Shamlu,  a partir de las cuales hicimos nuestras versiones jopara y en español, son de Jason Bahbak Mohaghegh (Assistant Professor of Comparative Literature at Babson College, USA. Es autor de The Chaotic Imagination: New Literature and Philosophy of the Middle East (2010) y Inflictions: The Writing of Violence in the Middle East (2012)) y de J. Mohaghegh.

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