127 horas es una película de autosuperación basada en hechos reales. Por: Derian Passaglia
Los yanquis aman las historias de autosuperación. Es más, ese amor, esa forma de entender el mundo sobre la base del cual subyace una ideología, se ha ido extendiendo hasta volverse universal. Lo podemos ver en las redes sociales, donde los mensajes, las fotos y los posts que se suben tienden a mostrar una imagen del propio yo donde se exalta la individualidad, se la aísla del contexto y se la convierte en la única capaz de superar todos los obstáculos que nos presenta la vida. Si se relaciona esta forma de concebir la existencia a una política, podría pensarse que se relaciona con la ideología neoliberal.
127 horas es una película de autosuperación basada en hechos reales. Aron Ralston se hizo famoso en 2003 después de haber sobrevivido durante cinco días en los solitarios y rojizos cañones de Utah, cuando quedó atrapado en una grieta de la tierra con una piedra que le inmovilizó el brazo. En 2003, de hecho, fue elegido personalidad del año por revistas de moda estadounidenses y se dedicó a dar conferencias y charlas y a seguir escalando montañas. Aron Ralston no tenía casi agua, y tenía que dormir parado. Después de esas 127 horas en que ya preveía la muerte, tomó la decisión de cortarse el brazo con una navaja sin filo de procedencia china a la que describió como “lo que obtendrías si compraras una linterna de 15 dólares y te regalaran una herramienta multiuso”.
En el año 2010 tuvo su película. Si en Latinoamérica tuviéramos grandes industrias, también podríamos tener una industria del cine, y podríamos convertir a cualquier borracho de la esquina con olor a Pilsen o Quilmes en un héroe. Y para seguir soñando, ¿por qué no una película del Borracho de la Arbolada, héroe anónimo de internet, cifra de una nación y de su espíritu? Nos faltan industrias, y en esta falta está también nuestra casi nula capacidad de enseñar nuestra ideología y cultura al mundo como sí pueden hacerlo las naciones industrializadas. Danny Boyle, director de Trainspotting y ¿Quién quiere ser millonario?, dirigió la película; James Franco la protagonizó.
La película pertenece a un género hermoso como es el de “catástrofes” o de “supervivencia”, donde algo siempre sale mal pero se sabe que termina bien: un accidente en avión, unos personajes perdidos en medio de la montaña, un tsunami que arrasa una ciudad, etc. ¿Será Titanic la película de catástrofes más grande de la historia? ¿Será Náufrago una de las más conocidas? En cualquier caso, el hombre que se enfrenta a las fuerzas naturales que superan sus capacidades y muestran sus límites es un motivo romántico.