Para cuando Sartre escribía, el concepto de representación ya estaba en crisis, mediante las vanguardias. ¿Es anacrónico conscientemente? ¿Es ingenuo? Por: Derian Passaglia
Lunes, 17/04 17:54
Sartre habla de la literatura como un político: “debemos empadronar a nuestros lectores virtuales, es decir, a las categorías sociales que no nos leen, pero que pueden leernos”. El escritor, como el político, debe buscar, así, que el otro se sienta representado con su voz. Para cuando Sartre escribía, el concepto de representación ya estaba en crisis, mediante las vanguardias. ¿Es anacrónico conscientemente? ¿Es ingenuo?
“Hay, pues, que recurrir a medios nuevos. Existen ya: los norteamericanos lo han decorado con el nombre de ‘mass media’; son los verdaderos recursos con que contamos para conquistar al público virtual: el periodismo, la radio, el cine”. Acá hay una buena intuición, pero parece tan alejado retórica e ideológicamente de estos “medios masivos” que parece difícil que pueda conquistarlo, o que la literatura pueda llegar a la masividad por medio de estos nuevos medios masivos. De hecho, la historia pasó por encima con una grúa a través de estas páginas.
Jueves, 20/04 14:32
Sartre pide mucho: “No hay que rebajarse para agradar, sino, por el contrario, revelar al público sus exigencias propias y educarlo poco a poco hasta que tenga necesidad de leer”. Vivimos en un mundo donde el consumo es otra cosa. De hecho, la cultura, el arte, pasó a ser eso, un consumo. Por otro lado, Sartre habla como un realista socialista stalinista. Está pidiendo que se usen las armas del sistema capitalista para destruirlo por dentro con sus propios trucos. “Por medio del escritor, los hombres que no han sido jamás reflejados por un espejo y que han aprendido a sonreír y llorar como los ciegos, se encontrarán bruscamente ante su propia imagen”.
Lo que Sartre pide, en definitiva, es tomar los medios de producción capitalistas para transformar la cultura. Nos quedan 21 páginas para terminar.