Paranaländer escribe hoy sobre la relación del poeta Rubén Darío con el Paraguay, destacando su apología al guaraní, así como sus críticas a los jesuitas en la revista Mundial Magazine, editada en París a principios del siglo XX.
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Por: Paranaländer
bajo una bandera de armonía —
la nacional — mediten los bravos paraguayos
en el porvenir.
Rubén Darío
Rubén Darío, lector de O’Leary, Silvano Mosqueira, Arsenio López Decoud, Teodosio González, el insensible Gondra a quien conoció cuando éste era ministro plenipotenciario en Río de Janeiro entre 1906 y 1908. En las páginas 5 al 10 del 13 de mayo de 1912 de la revista editada en Paris “Mundial Magazine”, en la primavera boreal, escribía su artículo paraguayofílico el poeta de los versos de juventud divino tesoro. Darío hace ahí una apología del guaraní, López, Paraguay… “Tierra de sol, tierra de épica historia, tierra de leyendas”. En dicha revista, el director literario era el mismo Rubén Darío, el artístico Leo Merelo y los administradores eran los hermanos Guido.
Compara a las hazañas homéricas las del paraguayo que murió en la Guerra Guasu. Compara a Paraguay al ave fénix, intentando renacer de sus cenizas.
Un oficio del Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay, de fecha 6 de septiembre de 1912, consigna que Darío ha sido designado Cónsul de Paraguay en París, siendo este el último cargo que desempeña como diplomático, es decir, 4 meses después de su artículo sobre Paraguay, en la primavera meridional. Lo había designado el presidente Eduardo Schaerer, político liberal.
Propina sus merecidos palos a los jesuitas: «La obra de los jesuitas vivió mientras ellos dominaron; pues como dice Héctor Decoud, el edificio social levantado por ellos se desplomó con su salida, dejando sólo el triste rastro de una funesta educación. Aquellos padres, en lugar de organizar pueblos con aspiraciones a la libertad y al progreso, formaron esclavos fanáticos sin ninguna iniciativa personal” (“Mundial Magazine», Año II, núm. 13 (mayo 1912), pp. 5-10, París).
La reivindicación del guaraní es total, lengua sensitiva que revela la intensidad del espíritu paraguayo, declara el mayor poeta latinoamericano de entonces: “El alma nativa, propensa al ensueño y enamorada de la gloria, da campo a los escritores nacionales para ejercer el apostolado de todas las grandes ideas del arte, de la filosofía, de la patria. El mismo dialecto guaraní, lengua armónica, melodiosa y sensitiva, revela la varia intensidad del espíritu paraguayo, y es una demostración de la grandeza de aquel pueblo. Tal lengua tiene su literatura. Una literatura llena de brillo y sentimiento, que cuenta con poemas de vasta inspiración, en que son alabados dulcísimamente los encantos naturales: el natural amor, el río de plata, la flora magnífica”.
Sobre la génesis de la revista parisina dirigida por Darío merece transcribirse la anécdota de su ex secretario Alejandro Sux: “Cuando Merelo me ofreció compartir con él la dirección de la revista Mundial Magazine, propuse a Darío en mi lugar. La proposición fue aceptada con incredulidad, pero yo hablé con Darío, lo llevé a visitar las oficinas que se estaban instalando a todo trapo en la calle Eduardo VII, a dos pasos de la Plaza de la Magdalena, y le dije que el cobraría quinientos francos mensuales por prestar su nombre y asesorarnos. A las seis de la tarde Darío rubricaba el contrato con la firma Alfredo Guido y Compañía, en las oficinas de ésta, calle Hauteville. A las once de la noche debí llevarlo a su casa, víctima de un ataque de dipsomanía provocado por la admiración que le causaron las instalaciones de la revista, la ceremonia a que dio lugar la firma del contrato y los términos del mismo que le convertían en director nominal de la más lujosa publicación que hasta entonces apareciera en lengua castellana”.
El número de la revista se puede descargar aquí:
http://americalee.cedinci.org/wp-content/uploads/2017/11/MundialMagazine_n13-1.pdf