Derian Passaglia reivindica la obra cinematográfica de Roland Emmerich, «un director de cine despreciado por un público intelectual y por los críticos […] es uno de los directores de cine de la industria hollywoodense que debería declararse clásico.»
Por: Derian Passaglia
Roland Emmerich es un director de cine despreciado por un público intelectual y por los críticos. Sus mejores películas son sobre catástrofes: El día después de mañana, 2012, El día de la independencia, Godzilla. ¿Por qué siempre se le pide otra cosa a alguien cuya única función es entretener? Que vayan a ver sus pelis festivaleras que suscitan la reflexión sobre la condición humana a través de una fotografía cuidada y armoniosa; nosotros vemos cine para divertirnos, no para distinguirnos del resto. Roland Emmerich es uno de los directores de cine de la industria hollywoodense que debería declararse clásico.
Desde su premisa, una película ambientada diez mil años antes de Cristo, suena ridícula, pero a Emmerich no le importa. ¿Cómo serían los hombres, las mujeres entonces? Obviamente, los cavernícolas de 10.000 A.C. (2008) hablan inglés. Tienen rastas, los ojos rasgados, barbas largas, parecen sucios. Si se la ve como una adaptación fiel de la historia el verosímil cruje por todos lados y no hay espectador que pueda resistirla. El talento de Emmerich se ve en la manera en que ejecuta ligeros desplazamientos del tiempo y del espacio para crear una obra maestra del séptimo arte incomprendida.
La gente del pueblo de esta historia viste pieles de animales que parecen de cuerina; también creen en demonios, que no son otra cosa que guerreros a caballo de una civilización más avanzada; hay enormes mamuts y aves gigantes con cuerpo de pollo y cabezas de águilas; un guerrero que rapta a una chica tiene la voz de Darth Vader; también, en esta civilización construyen pirámides y tienen esclavos a los que golpean con látigos. Son gobernados por un dios, que no es otra cosa que una viejita envuelta en túnicas que engañó a todos. La película mezcla así diferentes tiempos y espacios (la Era de Hielo, civilizaciones y pueblos antiguos) para crear un tiempo y un espacio propio que no responde a ninguno en particular de la Historia, tomando como referencia hechos y momentos que cualquiera podría reconocer. No falsea la historia, se sirve de ella, toma lo que le interesa para contar su propia historia, y lo que no le interesa lo deja de lado.
10.000 A.C. usa todos estos elementos mezclados para la aventura, género en el que se siente cómodo. Sin la aventura, creo que podría volverse una película experimental donde la historia pasa a convertirse un lugar que puede ser corregido y modificado por el arte.