Paranaländer reseña el cómic «Una metamorfosis iraní» del ilustrador Mana Neyestani, quien, a raíz de una viñeta que dibujó en el suplemento para niños del diario «Irán», comenzó a ser perseguido políticamente, pues la comunidad azerí de ese país interpretó su obra como un insulto. El cómic, autobiográfico, narra este episodio que transformó la vida de Neyestani y lo obligó a exiliarse.
Por: Paranaländer
Toda esta historia es por culpa de una cucaracha, una cucaracha escapada de un diario iraní que habla en azerí.
Soheil, personaje niño del suplemento dominical “Irán Jomeh” del diario “Irán”, dedicada a los jóvenes de cuyas páginas Mana Neyestani es coordinador desde 2004, le aburría un día a su creador y le inventa una cucaracha, que tiene la mala idea de pronunciar una palabra azerí: namana.
Bueno, la minoría azerí (los azeríes de Irán se consideran turcos a veces) se cabrea e indigna y llega a organizar una manifestación juvenil por el uso de la palabra namana, no solo eso, el mercado más popular del país entra en huelga, todo por una palabra extranjera que los iraníes usan cuando no encuentran la palabra que buscan para expresarse. Los azeríes han quemado oficinas del diario en varias ciudades pues piensan que los iraníes los consideran como cucarachas (razonan así: si en el suplemento juvenil del diario Irán -estatal- sale una cucaracha hablando en azerí…).
“Una metamorfosis iraní” (2012, La Cúpula, Barcelona, España), es la novela gráfica autobiográfica del dibujante iraní Mana Neyestani, que por el asunto de la cucaracha diciendo namana en azerí terminará en la prisión de Evin. Las vicisitudes que sufre son infinitas hasta lograr salir de Irán y poder contar su historia gracias a una beca en París, después de interminables pedidos de asilo a países europeos, Canadá, EE. UU todos denegados. Por ejemplo, en Malasia, de donde tiene que salir nuevamente porque denuncia fraude electoral iraní en 2009 y ambos países son aliados, en Turquía, donde lo interrogan otra vez no para condenarlo sino para ayudarlo, etc.
La tapa del libro fue creación de Hassan Karimzadeh, artista iraní dos veces vencedor del premio World Press Cartoon. Es famoso por la condena de 10 años de prisión a inicios de 1990 por su dibujo del Ayatollah Khomeini (ídolo de Foucault) como jugador de fútbol. Juaz.
Mana Neyestani (Teherán, 1973), estudió arquitectura, comenzando su carrera como dibujante e ilustrador en 1990 para muchas revistas culturales, literarias, económicas y políticas. Se convierte en dibujante de prensa gracias al aumento de periódicos reformadores iraníes en 1999. En el 2000 publica su primer libro de ilustraciones, “Pesadilla”. El protagonista, M. Ka, es también el personaje principal en “Casa fantasma” (2001) y “El rompecabezas de amor de M. Ka” (2004). Catalogado como dibujante político, es obligado rápidamente a hacer dibujos para niños. El que realizó en 2006 le costó la cárcel y posterior huida del país. Entre 2007 y 2010 vive exiliado en Malasia, realizando ilustraciones para webs disidentes iraníes de todo el mundo. Premio al Valor 2010 de CRNI. Hoy vive en París con su esposa Mansoureh.