El New York Times se hace eco del caso “Lava Jato”, en Brasil, disuelto este mismo mes. Se lo calificó como “el mayor escándalo judicial de la historia”, luego de filtrarse chats del juez Moro, donde quedó expuesta la operación para condenar a “Lula”.
Un extenso artículo publicado en el prestigioso diario estadounidense “The New York Times”, pone en evidencia el feroz montaje judicial que significó la causa “Lava Jato”, así como las implicancias políticas en las que derivó.
Bajo el título “El desairado fin de Lava Jato”, el politólogo especializado en América Latina Gaspard Estrada, analiza la evolución del proceso, que culminó recientemente sin pena ni gloria.
“Se vendía como la mayor operación anticorrupción del mundo, pero se volvió el mayor escándalo judicial de la historia”, destaca el columnista, enfatizando el estrepitoso fracaso del juez Sergio Moro, cara visible de la operación judicial.
El columnista menciona que este mes el grupo de trabajo a cargo de la operación Lava Jato fue disuelto por el procurador general de Brasil.
“Para defender su obra, los procuradores de Lava Jato han presentado una serie de cifras, que dan muestra del tamaño descomunal de esta operación. En siete años, se libraron 1450 órdenes de aprehensión, 179 acciones penales, 174 condenas de empresarios y políticos del más alto nivel, incluyendo al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, para conseguirlo, los procuradores cayeron en violaciones al debido proceso sin que por ello la corrupción haya disminuido”, relata.
“Si bien era conocido desde hace tiempo que Moro había condenado a Lula da Silva por “actos indeterminados” y cargos dudosos, ahora se sabe que fue el propio Moro quien dirigió la construcción de la acusación contra el expresidente, violando el principio jurídico de no ser juez y parte al mismo tiempo”, refiere.
El operativo judicial, reflexiona Estrada, sólo sirvió para catapultar a Jair Bolsonaro y al propio Moro al poder, que terminó siendo su ministro de Justicia.
“Y las consecuencias de este contubernio están claras: el Estado de derecho está cada vez más en peligro con el beneplácito de buena parte del establishment político y económico que ayer respaldó ciegamente la operación Lava Jato y hoy apoya la llegada de un político acusado de corrupción a la presidencia de la cámara de diputados, al tiempo que el presidente, desarticula la mayoría de las instituciones de lucha contra la corrupción y el crimen”, puntualiza el articulista.
Queda en claro, así, que en América Latina la justicia continúa siendo manipulada con fines políticos para derribar o alzar figuras que amenacen al establishment o pongan en entredicho sus intereses.
Foto: FABIO MOTTA (AE)
