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sábado, noviembre 23, 2024

Literatura y realidad política en el corazón del siglo XX

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La ideología en Pasolini se manifiesta en el nivel del lenguaje, que se vuelve materia activa y herramienta de lucha.

 

Por: Derian Passaglia.

 

Pier Paolo Pasolini es el corazón del siglo XX. Escribió sobre los chicos de la calle en la Italia de los años cincuenta, Fue marxista, crítico del fascismo y el partido Comunista, fue asesinado por homosexual en el ‘75. La provocación, además de una actitud frente a la vida, fue un procedimiento estético que usó en su literatura y películas. No hubo otro artista donde arte y política fuera una expresión orgánica y total, que produjo una obra única.

El manuscrito de Poeta en las cenizas o Quién soy (otro título tentativo para el poema) lo encontró el biógrafo de Pasolini, Enzo Siciliano, tiempo después de su asesinato entre los papeles del escritor y cineasta. Según el biógrafo, citado por Arturo Carrera, el poema largo fue escrito en 1966, en Nueva York, «fingiendo respuestas en torno a su propio trabajo a un entrevistador estadounidense».

Para Carrera, autor del prólogo, el poema de Pasolini ofrece una “estética de momento límite”, donde se pone en juego el arte y la vida, concebidas tradicionalmente como esferas que pertenecen a ámbitos distintos. Y sigue Carrera: “Ya no la ‘poesía’ sino su pérdida; ya no el saber sino los incontables sujetos; ya no la palabra sino su rumor en el agua: poética de quien disolvió su cuerpo en la lucha ultrapolítica, en el sitio poco esperanzado de la revolución y el compromiso”.

Carrera lee en Poeta de las cenizas una abolición del yo, una apuesta por la acción antes que una renuncia a la poesía. La palabra entendida como el vínculo entre la comunidad, la acción y la ideología. Este otro procedimiento literario de Pasolini, la ideología, produce el shock vanguardista, el despertar de la conciencia dormida. La ideología en Pasolini se manifiesta en el nivel del lenguaje, que se vuelve materia activa y herramienta de lucha. Pasolini sabe lo que es el poder, y sabe que el lenguaje es una forma de detentarlo. “Ningún artista, en ningún país, es libre”, dice uno de los versos.

 

Foto: www.elcultural.com

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