El legislador del Frente Guasu afirmó que a Luis María Argaña lo asesinaron por “no estar de acuerdo con la política neoliberal”. Así lo manifestó en sesión del Senado y en su cuenta de Twitter.
A Luis M. Argaña lo mataron por no estar de acuerdo con la política neoliberal. El hablaba de la importancia de la regulación por parte del Estado y su rol como tal.
En manos del Estado decía él debe estar la Salud, la Educación, la Comunicación, la Energia.Por eso lo mataron pic.twitter.com/cpAYxJIGC4
— Sixto Pereira (@SixtoPereira) March 24, 2022
En estos días se cumplió un aniversario más del asesinato de Luis María Argaña, en ese entonces vicepresidente de la República. Ese hecho derivó en el recordado y fatídico “marzo paraguayo”, que se cobró la vida de varias personas en enfrentamientos que terminaron con el Gobierno de Raúl Cubas Grau.
En la sesión ordinaria del Senado, algunos legisladores recordaron a Argaña, pero el que dio la nota fue el senador Sixto Pereira, del espacio progresista Frente Guasu.
Pereira recordó a Argaña como un militante anti neoliberal, y recordó algunas de sus consignas, entre ellas que la salud, la educación, la comunicación, la energía, entre otras cuestiones, debían permanecer en manos del Estado.
El senador, que es precandidato a presidente de la República dentro del Frente Guasu, no solo lo aseveró en la sesión del Senado, sino lo recalcó a través de Twitter.
“A Luis M. Argaña lo mataron por no estar de acuerdo con la política neoliberal. El hablaba de la importancia de la regulación por parte del Estado y su rol como tal. En manos del Estado decía él debe estar la Salud, la Educación, la Comunicación, la Energía. Por eso lo mataron”, aseveró en su cuenta personal.
Pereira reconoce de ese modo que la ANR es históricamente un terreno de posiciones políticas plurales y diversas, algo que es omitido sistemáticamente por nuestros más destacados analistas políticos.
En ese sentido, el senador del FG expuso que la ANR fue, en los 90, un lugar de disputas, donde determinadas facciones se opusieron con fuerza a las políticas neoliberales en boga, recomendadas en América Latina por el Consenso de Washington.
En realidad, grandes sectores, e incluso la matriz doctrinaria del coloradismo durante todo el siglo XX, mucho antes de Luis María Argaña, mantuvo férreas posiciones antiliberales. Estos hechos merecen ser recordados en estos tiempos difíciles para la economía donde el pueblo reclama la mano del Estado como contrapeso a las fluctuaciones del mercado que, con sus vaivenes, arruinan el bolsillo de los paraguayos.
