El exgobernador de San Pablo fue confirmado este viernes por el PSB brasileño como candidato a la vicepresidencia junto al exmandatario, amplio favorito en las encuestas para derrotar a Bolsonaro, que irá por la reelección.
El Partido Socialista Brasileño (PSB) formalizó este viernes la candidatura del exgobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, como compañero de fórmula del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para las elecciones del 2 de octubre, para las que parte como favorito.
«Aquí ha quedado bien claro el grave momento que estamos viviendo, en realidad no es hora de terrorismo, es la hora de la generosidad, de la grandeza política, del desprendimiento y de unidad (…) vamos a sumar esfuerzos para la reconstrucción del país», afirmó Alckmin en una rueda de prensa, según la agencia de noticias Sputnik.
De acuerdo al informe de la Agencia Télam, Alckmin pertenecía al Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el principal partido de la derecha moderada brasileña, con el que se enfrentó a Lula en las presidenciales del año 2006.
Ahora acordaron ir juntos a los comicios argumentando que la gravedad del Gobierno de Jair Bolsonaro, que aspira a la reelección, exige unión de fuerzas.
El expresidente Lula llamó a Alckmin de «compañero» y afirmó que será muy bien recibido dentro del PT, a pesar de que el partido fue muy crítico con sus años de gestión en San Pablo.
Además, Lula afirmó que el PSB será muy importante en el proceso que se abre ahora, tanto de cara a la campaña electoral como en un eventual futuro Gobierno de izquierdas.
«Lo importante es saber que si esta candidatura se formaliza no es sólo para ganar las elecciones, quizá ganar las elecciones sea más fácil que la tarea que tendremos por delante de recuperar este país, conversaremos con toda la sociedad brasileña», manifestó Lula, que aún no oficializó su candidatura.
En una carta dirigida al propio Lula da Silva, el PSB señaló que «desea contribuir en el tarea programática inherente a la formación de un frente amplio de forma productiva y efectiva», indicó el diario O Globo.
«Esta propuesta no se limita tan solo al aspecto electoral», ya que «conlleva una dimensión programática ya que la composición de un frente amplio exige la creación de programa que cumpla las expectativas de las fuerzas que lo compone», apuntó el PSB en el texto.
El PSB remarcó que «lo que está en juego en las elecciones de 2022 es el encuentro decisivo entre democracia y autoritarismo». Un escenario, señaló, que se instauró con el gobierno del expresidente Michel Temer -surgido tras el impeachment a Dilma Rousseff- y «que se agravó» con el del actual presidente Bolsonaro.
Todo ello, «supone todavía un desafío particular y agudo» ya que existen «iniciativas en curso para imponer límites al régimen democrático y al estado de derecho en Brasil», alertaron los socialistas brasileños, consignó la agencia Europa Press.
El pasado 15 de diciembre, Alckmin anunció su salida del PSDB después tres décadas y tras haber sido uno de sus fundadores, lo que fue visto como una estrategia por parte de la izquierda para crear una frente lo más amplio posible -incluido figuras del centro o la derecha más moderada- para lograr la vuelta de Lula da Silva al Palacio del Planalto.
La conformación de la lista para postularse a la presidencia debe ser aprobada en una reunión del directorio del PT, donde, a pesar de la resistencia de un ala minoritaria, más a la izquierda, la decisión ya fue tomada y negociada incluso antes de que Alckmin se afiliara al PSB.
El PSB gobierna tres estados de Brasil (Paraíba, Maranhao Espirito Santo y Pernambuco) y la alianza con el PT permitiría al partido de Lula gobernar San Pablo por primera vez con el exintendente y exministro de Educación Fernando Haddad.
La candidatura conjunta de Lula y Alckmin será formalizada públicamente el próximo 30 de abril en un acto multitudinario en San Pablo, posiblemente en la céntrica avenida Paulista, marcando así el inicio de la pre-campaña de las elecciones presidenciales de octubre.
Foto: Télam.