El exmandatario se mostró retador a los Estados Unidos, por las graves acusaciones en su contra. De todas maneras, reconoció que es un “momento difícil y de dolor” para él y su familia.
Eso fue lo que dijo el expresidente Horacio Cartes en un encuentro político. El mismo fue designado, exactamente una semana atrás, como “significativamente corrupto” por el gobierno de los Estados Unidos.
“Podemos morir, nos pueden sacar de la cancha, pero cuidado; que si seguimos vivos no nos para nadie”, advirtió en tono desafiante a Washington el exmandatario.
Además, ya no puede ingresar a ese país ni él ni su familia, por lo cual comentó que es “un momento difícil y de dolor”, debido a que sus propios hijos se vieron envueltos en la acusación del país del Norte, que también lo acusó de estar vinculado con el terrorismo y de haber obstruido una investigación internacional cuando ejerció funciones presidenciales.
“Yo acepto a que me digan que no puedo entrar a su casa, pero corrupto no. No deshonraré ni a Dios, ni a la Patria, ni a mi querido Partido Colorado”, manifestó igualmente, agregando que “la defensa no es solo un derecho; en mi caso, es una obligación”.