Bajo un cielo nublado y con un tono serio, el presidente de Colombia presentó un balance de su gestión, defendiendo su política y ofreciendo datos concretos para desmentir las preocupaciones que rodeaban su elección, como la posibilidad de expropiaciones, inestabilidad económica o acrecentamiento de la lucha de clases.
BOGOTÁ.- En un cambio radical de atmósfera respecto a su posesión hace un año, este lunes, el presidente colombiano, Gustavo Petro, ofreció un discurso a la nación desde el puente de Boyacá, un lugar cargado de historia por su significado en la independencia de Colombia. Con un tono más bien pesimista y con el ceño fruncido, se dirigió a su país pero sin convocatoria ciudadana. No se refirió al escándalo que involucra a su hijo Nicolás.
Principales puntos del discurso:
- Paz y Seguridad: Petro destacó un cese al fuego con el ELN y diálogos con bandas criminales. Afirmó que los ataques a la fuerza pública han disminuido en un 54% y resaltó el apoyo a la Jurisdicción Especial para la Paz y la Comisión de la Verdad.
- Economía y Reforma Tributaria: El presidente refutó las críticas de desestabilización económica señalando una inflación en descenso y crecimiento en el salario mínimo y empleo formal. Resaltó la aprobación de una reforma tributaria que beneficia al sector educativo y la responsabilidad en la gestión de subsidios a combustibles.
- Reformas Sociales: Petro enfatizó las iniciativas en el sector rural, la creación del Ministerio de la Igualdad y la Equidad, y esfuerzos en educación y vivienda. Mencionó avances en la transición energética y la reducción de la deforestación en la Amazonía.
- Política Exterior: El mandatario subrayó el liderazgo de Colombia en temas ambientales y la propuesta de canje de deuda por protección medioambiental. Celebró la victoria sobre Nicaragua en la disputa territorial en torno al archipiélago de San Andrés y Providencia.
- Unidad Nacional: A pesar de los cambios en su gabinete, Petro insistió en su búsqueda de un acuerdo nacional. Hizo un llamado a la unidad, citando a Gabriel García Márquez: “no estamos condenados a Cien Años de Soledad”.
El discurso reflejó un tono más sombrío que el año anterior, pero con una firme defensa de las acciones y logros de su administración.
Fuente: El País
Foto: Cancillería de Colombia.