Luego de la detección de un esquema que involucraría a militares y policías en el tráfico de armas desviadas hacia el crimen organizado en Brasil, el Gobierno ya remitió toda la documentación a la Fiscalía, para la investigación de los hechos.
El ministro de Defensa Nacional, Oscar González, confirmó que el Ministerio ya envió a la Fiscalía los documentos que vincularían a militares y policías en un presunto esquema de tráfico internacional de armas. Este proceso surge tras una operación llevada a cabo en una casa comercial de armas en Asunción, sospechosa de vender armas legalmente a personal militar y policial, que luego eran desviadas a bandas criminales en el Brasil.
González detalló que los documentos enviados este jueves al Ministerio Público forman parte de un procedimiento administrativo realizado por la Dirección de Material Bélico (Dimabel), institución que detectó irregularidades en la venta de armas por parte del comercio “Gunner”, ubicado en el barrio San Cristóbal. Según la investigación de Dimabel, esta empresa podría haber sido un nexo para el tráfico de armas hacia organizaciones delictivas brasileñas.
El ministro subrayó que los militares involucrados ya se presentaron para su descargo, aunque “algunos presentaron denuncias ante la Policía y otros no”, señaló. También aclaró que, a partir de ahora, la investigación pasará a manos de la Fiscalía, y resaltó la disposición del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas para colaborar en el esclarecimiento del caso.
«Es posible que existan más implicados, pero creemos que este esquema está siendo desbaratado gracias a la intervención rápida del sistema de Dimabel, que está operando de manera efectiva”, expresó González. Indicó, además, que los militares involucrados son de baja graduación y ya fueron separados de sus funciones.
Durante la operación en la casa comercial, las autoridades incautaron varias armas y municiones, las cuales permanecerán bajo custodia de Dimabel mientras avanza la investigación.
