El Papa Francisco volvió a demostrar su empatía y su decisión de estar siempre junto a los más desfavorecidos. En esta oportunidad, defendió a una niña discapacitada que irrumpió en el escenario donde el Pontífice daba un discurso.
De acuerdo con Infobae, la pequeña empezó a jugar, bailar y aplaudir delante de todos los fieles. Enseguida, la seguridad se preparó para despejar la situación y que el Papa pueda seguir tranquilamente con su mensaje. Sin embargo, Francisco hizo gestos a los guardias para que dejasen a la niña expresarse tranquila y manifestó: «Déjenla tranquila, Dios habla por los niños«.
Al finalizar la misa, su Santidad comentó que se trataba de una nena con una enfermedad y al verla él se preguntó, como lo hace siempre que se cruza con alguien en una situación difícil: «Recé por ella cuando la vi? ¿Recé para que el Señor la sane y la proteja? ¿Recé por sus padres y su familia?«. Y agregó: «Cuando vemos a una persona que sufre, debemos rezar. Esta situación debería ayudarnos a hacer siempre esta pregunta. ¿Recé por esta persona que he visto y es obvio que sufre?»
Una verdadera lección de solidaridad.
Imagen de portada: Infobae