🇵🇾 Luego de las gestiones de Mario Abdo, EEUU comunicó oficialmente el envío de 250 respiradores a Paraguay. Un exclusivo logro de la política y la diplomacia, en un contexto donde el mercado fracasó como mecanismo de distribución de dichos elementos.
Los insumos médicos, en estos tiempos de pandemia, sufren casi la misma suerte que los tesoros que hace siglos navegaban por los mares y eran saqueados por piratas.
En ese sentido, se puede decir que el mercado o la iniciativa privada no pueden asegurar la provisión de elementos médicos que puedan hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Tenemos el ejemplo claro de lo ocurrido hace una par de semanas, con una compra de respiradores por parte de una empresa nacional en Brasil, que posteriormente fue confiscada, ya que ante la urgencia, cada país se queda con lo que produce.
Se saben además de muchas historias de insumos médicos comprometidos a favor de algún país que cambiaron de destino en el mismo aeropuerto horas antes de despegar, porque los proveedores recibieron propuestas de mejor pago por parte de otro cliente.
Es por eso importante el logro del presidente de la República, Mario Abdo, quien luego de conversar por teléfono con el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, consiguió que el gigante del norte nos provea 250 respiradores sin costo alguno.
Esta es sin dudas una victoria de la diplomacia paraguaya, quien a través de su jefe, el presidente de la República, tuvo una posición geopolítica que es reconocida por una de las potencias del mundo, y que le permite acceder a una de las mercancías más preciadas en este momento, incluso en los Estados Unidos, que son los respiradores.
Hay que recordar que nuestro país además ya recibió una colaboración de más de un millón de dólares americanos por parte de Estados Unidos, a la cual se suma esta de 250 respiradores fabricados en ese país, de valor incalculable, no en lo monetario, sino en lo geopolítico, ya que existen cientos de países que ni con mayores recursos pueden acceder a estos equipos.
Es un logro que se le puede conceder enteramente a la gestión política, que es la que finalmente, cuando las papas queman, resuelve los problemas que el mercado no puede resolver.
