La humareda también puede comprometer el buen funcionamiento del corazón y pulmones de aquellos que se encuentren en recuperación. Si percibe humo en el ambiente, mantenga cerradas puertas y ventanas, y evite actividad al aire libre.
Debido a la cubierta de humo que se registra actualmente en el ambiente provocado por varios incendios, la Dirección de Vigilancia de la Salud advierte sobre los daños que puede causar a la salud el aire contaminado, por lo que emite una serie de recomendaciones para impedir la ocurrencia de problemas respiratorios y que puedan agravar las condiciones de personas vulnerables.
Efectos inmediatos que generan los incendios
Lesiones por quemaduras a raíz de la exposición directa al fuego o lo más común es la relacionada a la exposición al humo generado.
En personas sin enfermedades previas, el humo puede irritar las vías respiratorias produciendo tos, secreción nasal e irritación de garganta, afectar los ojos (conjuntivitis, lagrimeo) y causar otras molestias como mareos y dolor de cabeza.
En las personas que padecen problemas respiratorios preexistentes, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades cardiacas, pueden experimentar síntomas más severos como dificultad para respirar, tos, sensación de opresión en el pecho y chillido de pecho, que requieren atención médica.
Los niños, embarazadas y ancianos también constituyen grupos de riesgo en los que se debe aplicar medidas de protección y consultar si se presentan síntomas.
Actualmente se suma a grupos de riesgo, las personas con COVID-19 o que se encuentren recuperándose de la enfermedad. Debido que el funcionamiento del corazón y de los pulmones está comprometido a causa del virus, la exposición al humo de los incendios puede agravar los síntomas.
Otros riesgos relacionados a incendios es el debido a desplazamientos de animales que habitan en las zonas de incendio hacia las áreas de asentamiento de población, que pueden determinar una exposición a sufrir mordeduras de murciélagos y serpientes.
Recomendaciones
1-Limite la exposición al humo permaneciendo dentro de su casa: mantenga las puertas y las ventanas cerradas. Si tiene aire acondicionado, enciéndalo, pero cierre la entrada de aire de afuera y mantenga el filtro limpio para evitar que entre el humo.
2- Mantenga el aire interior tan limpio como sea posible. No pase la aspiradora, no fume tabaco, ni encienda velas.
3-Evite actividades recreativas al aire libre, hasta tanto la calidad de aire sea buena, sobre todo, en grupos de riesgo.
4-Si hay indicación de evacuar la zona de incendio, siga las indicaciones de autoridades locales.
5- En los albergues habilitados se recomienda en lo posible seguir las medidas de protección individual y colectiva para evitar la propagación de COVID-19, como son lavado de manos, uso de mascarilla y distanciamiento.
6- Para los servicios de salud: estar atentos para dar respuesta a las consultas relacionadas a inhalación de humo, sobre todo en grupos de riesgo y lesiones de causa externa por lesiones y mordeduras de animales.